Sábado, 9 de septiembre de 2006 | Hoy
La gestión cultural es un nombre reciente pero eso no significa que, en otros tiempos, no haya también existido. No tenemos más que recordar los emprendimientos culturales egipcios y de otras culturas antiguas en las cuales los gestores culturales fueron figuras centrales como, posteriormente, la tarea de los mecenas mecenas siempre existieron algunos muy famosos como los Médici de Italia. El término Gestión Cultural no tiene más de cincuenta años y proviene de la traducción literal del inglés Cultural Management, que se puede pensar también como Administración Cultural, nada más que el término Gestión está en la actualidad más generalizado que el de Administración. La Gestión Cultural, en pocas palabras, es el estudio mancomunado de dos áreas bien diferenciadas, en el que se procura que entre ellas se combinen con eficacia y eficiencia: por un lado, contempla aprender Administración, porque cualquier emprendimiento necesita una buena administración, y, por otro, una enseñanza humanística interdisciplinaria en base a la reunión de profesores y alumnos provenientes de muy variadas disciplinas para estudiar y trabajar juntos, creando nuevas posibilidades, ya no sólo culturales sino socioeconómicas. El término Cultura ha evolucionado de la mano especialmente de los antropólogos, de una idea de cultura como manifestación elitista de las Bellas Artes a una idea de que "la cultura es toda manifestación humana". Es por eso que la Gestión Cultural también ha sufrido cambios, especialmente en su campo de incumbencias, debido a que, antaño, se dedicaba únicamente a la gestión de instituciones estrictamente culturales, como a la formación de animadores culturales específicos para esas instituciones, y, ahora, sus incumbencias de ser la cultura toda actividad humana se amplían notablemente.
Leyendo programas de estudios de distintos países y otras ciudades argentinas encontramos desde instituciones que dictan Gestión Cultural específicamente de Museos y exposiciones hasta otras que ya incluyen Cultura Gastronómica y la conformación de ONGs sumamente interdisciplinarias, que atienden "las otras" actividades humanas.
Pensamos que organizar en Rosario unas "Jornadas de Gestión Cultural, su desarrollo en el país y sus incumbencias" nos adelantaría considerablemente, por el aporte que la enseñanza superior puede brindar a la pujanza y el interés con que la ciudad ha trabajado siempre en el campo cultural.
Horacio de Zuasnabar
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