El derrame de cianuro ha contaminado las aguas de cinco ríos en la provincia de San Juan. El emprendimiento en Veladero de la empresa Barrick Gold ha sido cuestionado en múltiples oportunidades por pobladores que señalan el daño para el ecosistema que provoca la actividad minera.

El derrame se produjo en setiembre del año 2015 y un nuevo peritaje ha demostrado que la sustancia vertida en los cursos de agua es letal, tal es así que se ordenó investigar en qué medida puede haber fluido por las redes domiciliarias de agua corriente para saber los alcances de los riesgos sanitarios a los que han sido expuestos los habitantes de localidades cercanas a la mina.

Las poblaciones más afectadas podrían ser Chinguillos y Agualasto.

Además de cianuro puede haberse derramado cobalto, y estas sustancias letales expandirse en las aguas para riego de plantaciones hortícolas.

Una integrante de la Asamblea de Jachal señaló que el nuevo peritaje y las investigaciones fueron forzadas por la lucha de los vecinos.

El gobierno sanjuanino niega efectos contaminantes de la empresa minera a la que ha encubierto desde su radicación en la provincia. Según los pobladores reunidos en la asamblea ecologista, los funcionarios minimizan los efectos letales para la salud de las actividades de la Barrick Gold.

En tanto, estudios de laboratorio han detectado que la contaminación es evidente y en el caso de un niño de cinco años habitante de Jachal hay rastros de mercurio en sangre.

Los asambleístas mantienen desde el 13 de setiembre un acampe frente al municipio de Jachal y expresaron que no se van a ir de allí "hasta que la última minera no se retire del territorio sanjuanino porque sus actividades son incompatibles con la vida de la población".

La voracidad del sistema del capital mercancía es de por sí absolutamente incompatible con el desarrollo de la vida en sus diversas manifestaciones, y los pobladores resisten sin claudicar.

Carlos A. Solero

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