La ciudad de la furia

Los últimos treinta días mostraron la "otra cara" de Rosario. El espejismo del boom sojero con torres que se erigen el macro centro permite ver de vez en cuando, y eso sí, que con más frecuencia aparezcan por debajo las huellas de un sistema excluyente y perverso. Como en la Argentina "granero del mundo" durante el Centenario, una minoría goza de los placeres y despilfarra, mientras la mayoría deambula en busca de lo elemental. Por entonces el Cnel Falcón ponía a raya a tiro limpio a los obreros ácratas y rebeldes, estos respondían con la lucha. En efecto, luego de la pedrada que se abatió sobre la ciudad, las heridas quedaron al descubierto. Los más castigados como siempre, los mßs pobres.

Estos, hartos de esperar lo que nunca llega, salieron a las calles a expresar sus reclamos. Y lo inaudito es que igual que en diciembre del 2001 tuvimos que soportar la voz autoritaria de una senadora nacional, pidiendo rigor y mano dura. En ese entonces la misma dama conjugó mal los verbos, por aquellos días afirmaba sin sonrojarse que no había que echar leña al fuego, luego llegó la represión la muerte y el espanto. Su jefe político, próximo a contraer segundas nupcias continúa impune, a pesar de cargar sobre sus espaldas la responsabilidad por cien mil personas bajo agua y los asesinatos del diciembre trágico con de La Rúa huyendo en helicóptero. Transcurrieron ya cinco años, los muertos no descansan en paz, sus verdugos pasean obscenamente su soberbia. Nosotros no olvidamos, no perdonamos no nos reconciliamos.

Carlos A. Solero

Alarcón

La incorporación de la diputada Alarcón ﷓clara representante de la derecha mas reaccionaria del campo﷓, a las filas del Frente Progresista no hace mas que reafirmar las dudas que hay que tener ante la irrupción de ese nucleamiento politico, que es una verdadera "bolsa de gatos" que de continuar así, podría superar a la triste y vieja Alianza delarruista.

La diputada Alarcón, quien con sus hechos y conductas ha renegado del peronismo se muestra muy contenta con Binner y con entusiasmo manifiesta que ha decidido pasarse al antiperonismo, que ha vivido equivocada o que nunca fue peronista, sino liberal y conservadora y la coalicion "progresista" socialista la contiene. A casi un año de las elecciones provinciales esta coalición va mostrándose como realmente es: un mamarracho sin capacidad de gobernar un quiosco, las disputas radicales y socialistas se van a ver aumentadas cuando comiencen a pronunciarse la gente del ARI, los comunistas, los demócrata progresistas y ahora con la aparición rutilante de Alarcón. ¿Qué programa los une? ¿Qué ideas fuerzas tienen? Solo el antiperonismo gorila y militante, el odio hacia lo popular, la reivindicación de los aspectos más reaccionarios del mapa político argentino de toda la historia, ahí encuentran su integracióon.

Gabriel Monserrat