CORREO
La relación entre las personas dedicadas a la labor educativa en diversas latitudes y épocas históricas ha sido conflictivas. Por ejemplo evocamos la memoria del maestro polaco Janusz Korzack que llevó adelante su práctica de médico en simultáneo con un magnífico experimento de comunidad pedagógica y fue asesinado junto a sus alumnos por la barbarie nazi fascista. O los cientos de maestros republicanos y libertarios que masacró el falangismo de Franco en España durante sus cuatro décadas de oprobio.
En la Argentina la dictadura militar del '76 se ensañó con los alfabetizadores que emprendieron prácticas en zonas marginales del país, en villas miseria, obrajes y yerbales. Una excelente película nos habla de aquellos Maestros al viento como Isauro arancibia o Marina Viste. Ambos detenidos desaparecidos por la dictadura.
Durante la infame década menemista cabe recordar, que el presidente amenazó a la sociedad toda con multiplicar de mujeres con pañuelo blanco(Madres de Plaza de Mayo), el país si continuaban las marchas en defensa de la educación pública. Perversión suprema que le dicen. En esa nefasta etapa la Carpa Blanca fue un símbolo de resistencia contra las leyes que desmantelaron y atacaron, la gratuidad de la enseñanza y el libre acceso.
El brutal ataque policial contra los maestros en Salta y Neuquén. El asesinato de Carlos Fuentealba es la muestra más clara del desprecio por la vida humana de parte de personeros de ideologías fanáticas y genocidas. La ideología de la codicia y la soberbia armada.
Ataque por la espalda, artero, contra un maestro que supo enarbolar su dignidad de trabajador, de luchador social de hombre comprometido de sembrador de futuro.
Asesinato por la espalda, todo un estilo de infame traición. Pero todos los días debemos recordar y recordarle a nuestros niños: Que todos somos Carlos Fuentealba. Es decir que el arma asesina que apagó su vida nos apunta artera sino despertamos a la dignidad y a la lucha por ella.
Carlos A. Solero
[email protected]Renovación y Dignidad, sector del radicalismo rosarino que encabezo junto al convencional de la UCR Luciano Battcock, se presentó dentro del Frente Progresista con más de 10 listas Distritales en el Departamento Rosario, además de la lista de Senador Departamental y a la Diputados Provinciales.
En un hecho sin precedentes en la vida institucional de la provincia y por medio de una serie de artilugios, la Junta de Apoderados del Frente Progresista alteraron groseramente la fecha, hora y número de ingreso de las listas de Senador por el Departamento Rosario y Diputados Provinciales con el único objetivo de impedir la participación de esta agrupación vedándole la posibilidad de difundir sus proyectos e ideas a los santafesinos.
Mónica Tomei
Diputada Provincial UCR.
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