Universidad

Como estudiantes y miembros de la Asamblea Universitaria queremos dejar sentado nuestro más profundo repudio a los hechos de violencia acaecidos en el intento de sesión del día martes. Repudiamos también las agresiones proferidas a los periodistas que intentaban informar qué estaba pasando fuera y puertas adentro donde vieron coartada su libertad de trabajo y de expresión mediante insultos, golpes y amenazas. Aprovechamos este espacio para comunicarle a toda la ciudadanía en general y a la universitaria en particular, a la cual representamos, algunas cuestiones que nos parecen relevantes pensar para el futuro de nuestra vapuleada Universidad: a través de estos dos intentos fallidos de convocatorias podemos apreciar el modelo de gestión universitaria que propone un sector de la universidad, demostrado incapacidad de acuerdo, desconociendo el diálogo con los estudiantes, y con el conjunto de la comunidad no ha llegado a solucionar la crisis. Se falta a la palabra de convocar al Consejo Superior como se había comprometido el vicerrector públicamente y se declara, como una provocación más, un asueto en la Facultad de Ingeniería desde el viernes a la tarde hasta el martes pasado. No se respeta el normal funcionamiento de las instituciones universitarias; pretenden hablar de la existencia de una Asamblea Universitaria en un patio de una escuela con 80 supuestos asambleístas que entran a escondidas de sus pares y de los estudiantes en medio de forcejeos y actos de violencia provocados por patovicas rentados, extraños a la comunidad universitaria; el candidato que representa este sector sale en medios radiales diciendo que pese al clima reinante en las afueras del recinto de Ingeniería, se llevará adelante la asamblea para elegir rector a cualquier costo. Los costos y los resultados están a la vista. Nosotros, basándonos en los principios de la Reforma del 18, de los cuales nunca nos hemos alejado, creemos en las instituciones democráticas como espacios generadores de consensos políticos para gestionarlas. No aceptamos el modelo decadente actual de universidad incapaz de resolver conflictos. Consideramos que la única forma de garantizar la institucionalidad y la democracia en nuestra Universidad, no pasa ya por encontrar soluciones mágicas ni reuniones a puertas cerradas. Es de suma importancia convocar de manera urgente al Consejo Superior para que el mismo comience a discutir por medio de consensos políticos una salida democrática ante la inminente acefalía que amenaza a nuestra Universidad. Por otro lado es el Consejo Superior el mecanismo estatutario donde, por estar representados todos los actores, garantizará la adecuada transición. Rechazamos cualquier intento de Asamblea Universitaria que se haga, a escondidas y sin el quórum necesario para elegir de manera legítima un Rector que conduzca los destinos de nuestra Universidad por los próximos 4 años.

Consejeros estudiantiles del Movimiento Nacional Reformista