SOCIEDAD › PIQUETEROS. LAS ORGANIZACIONES SOCIALES DE ROSARIO OPINAN SOBRE EL DEBATE SURGIDO EN TORNO A ACUSACIONES COMO "FUERZAS DE CHOQUE" Y "GRUPOS VIOLENTOS".
Cuatro organizaciones que tienen actuación en la ciudad de Rosario, la Federación de Tierra y Vivienda, la Mesa de Encuentro Barrial, el movimiento Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa; opinan sobre la situación de estas formas organizativas. Coinciden en que la acusación del senador Morales a la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, es un "intento por deslegitimar nuestra lucha social".
› Por Alicia Simeoni
La mayoría de la organizaciones sociales, ésas que surgieron en el bajón que para las grandes mayorías significó el neoliberalismo menemista y delarruista encontraron en el piquete una de las formas más eficaces de ser escuchadas. Esas mismas organizaciones que estuvieron antes y después del 2001, como expresión de los más desposeídos y de las distintas variables y formas del pensamiento social, se sintieron golpeadas por las palabras del presidente de la Unión Cívica Radical Gerardo Morales y de quienes siguieron su línea de acusaciones contra la organización Túpac Amaru que lidera, en Jujuy, Milagro Sala. Morales dirigió su dedo, hacia una de las organizaciones sociales con más logros y balance de trabajo, dijo que maneja armas y de ahí en más, varios de sus emuladores redoblaron la apuesta para preguntarse por qué, la Túpac, sería la única en tener armas. Representantes de cuatro organizaciones que tienen actuación en la ciudad de Rosario, la Federación de Tierra y Vivienda, la Mesa de Encuentro Barrial, el movimiento Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa opinan sobre la situación de estas formas organizativas que partieron en su mayoría antes del estallido del 2001: las tres primeras acuerdan de manera tajante en que no hay ninguna organización social ni política que hoy, en la Argentina esté proponiendo la toma de armas como el camino a seguir para el abordaje de los problemas argentinos. También con sus matices, o bien diferencias conceptuales ideológicas, coinciden en que el disparo del senador Morales, y los que siguieron, intentan deslegitimizar y debilitar a cada una de ellas, ya que en el sueño de ser gobierno podrían gestionar sólo para la concentración económica, con un modelo de Estado muy chico. La CCC, que ha sido aliada estratégica de las instituciones del campo en su pelea con el gobierno, comparte el criterio de la estigmatización pero pone esa responsabilidad en el gobierno nacional.
Desde la FTV, Juan Carlos Rodríguez, está preocupado. Dice que entre "la derecha y algunos sectores de la oposición buscan desestabilizar al gobierno nacional" y señala en ese espacio a la organización que lidera (Juan Carlos) Castells "quien fue empleado de (Eduardo) Duhalde". A modo de denuncia explica que la FTV conoce que hay gente a la se le está pagando y preparando para "lanzarse con saqueos y crear un clima de fuerte malestar".
Juan Carlos Rodríguez habla de dos temas, claves en la consideración de la Federación. Califica de importantísima la organización la Túpac Amaru, la organización que lidera Milagro Sala y también le adjudica la categoría de "revolucionaria" a la decisión de la presidente Cristina Fernández de Kirchner en cuanto a instaurar una asignación universal de $ 180 por hijo para aquellas familias que no reciban salario familiar y quienes, como contraparte, deberán acreditar certificados de escolaridad, de vacunación y de salud. Después es Juan Eduardo Gencheff, de la Mesa de Encuentro Barrial y Gabriel Báez, de Barrios de Pie, los que levantan la decisión presidencial. "No es casual que justamente hoy nos encontremos con el procesamiento de (Luis) D`Elía", dice Rodríguez como que se trata de una contrapartida. Vuelve entonces a situar el nacimiento de la organización de la que forma parte y de tantas otras que trabajan en el tejido social de mayor pobreza y exclusión: "Somos los piqueteros del 2000 y 2001, pero en realidad somos dirigentes sociales. Una muy buena parte de la prensa nos ubicó sólo en ese lugar pero nuestras organizaciones son mucho más". Desde la FTV se señala que hay algo que es parte de la invocación cotidiana, sobre todo por parte de los sectores medios sociales: se refieren a las expresiones en el sentido de que "hay que matar a todos los negros, que hay que incendiar las villas". "Ese sector que en el 2003 pudo recomponerse en parte, es el mismo que hoy pide que nos metan preso", se asegura. "Están acusando a todas las organizaciones que se referencian en el kirchnerismo" sostiene, mientras luego Gencheff expresa lo propio en cuanto a que se acusa a algunos de los movimientos para estigmatizar a todos.
Rodríguez marca que desde el 2002 la FTV no hace piquetes, un mecanismo válido, comenta, pero "insuficiente". De allí que el trabajo de construcción de la Federación de Tierra y Vivienda se orienta a resolver problemas que tienen que ver con la necesidad de trabajo: "eso piden nuestros compañeros, trabajo, no bolsones, aunque haya que darles mientras haya pobreza".
Para Gencheff de la Mesa de Encuentro Barrial la estigmatización sobre los sectores de pobreza y exclusión viene con mucha fuerza desde el 2001 "y no necesariamente de los gobiernos, también de los sectores nostálgicos del neoliberalismo, del Estado ausente y siempre muy críticos con todos los que se esfuerzan y han obtenido logros en cuanto a recuperar su situación a través de la formación de cooperativas, de emprendimientos productivos de distinto tipo, de la recuperación de fábricas. "Entendemos que no estamos en la misma situación que en el 2001 pero nos quieren hacer creer que sí, porque en realidad la intención es volver a la idea de los 90, al neoliberalismo, a la irracionalidad, al sálvese quien pueda"En ese tiempo unos muy pocos se salvaron con mucho dinero y la mayoría de la población fue excluida y tuvimos lo que tuvimos".
Para Gencheff, la Túpac Amaru al frente de la que está Milagro Sala "es una referencia en cuanto a lo que tenemos que seguir haciendo", expresa cuando trae los mayores logros de la organización en cuanto a la creación de puestos de trabajo y una proyección humana con posibilidades de acceso a derechos. En cuanto a las expresiones del senador jujeño Gerardo Morales opina que "descalifican a nuestras organizaciones porque no saben como destruirlas y sueñan con un estado chiquitito manejado por ellos". Es él quien con total claridad explica que en la Argentina "no hay ninguna organización política ni social que esté planteando la violencia como método para los fines propuestas. "Hoy, entendemos que se trata de dar la batalla de ideas".
Como su par de la FTV, Gencheff saluda la decisión presidencial de pagar una asignación por hijo a quienes no perciban salario familiar y a pesar de que reconoce "que falta mucho, que hay que seguir avanzando para terminar con la pobreza, medidas como la mencionada van en la dirección de las políticas universales que necesitamos".
Desde otro lugar, Gabriel Báez, el coordinador provincial de Barrios de Pie, coincide en algunas consideraciones con Rodríguez y Gencheff por eso manifiesta que ven un sector político y económico que buscan "desgastar" a las organizaciones sociales que desde antes del 2001 luchaban contra el neoliberalismo. "Estuvimos organizándonos en las hambrunas y este señalamiento, este desprestigio que se hace sobre algunas organizaciones es para que la sociedad las generalice" Así lo han hecho con (Luis) D' Elía y también con (Milagro) Sala y hay que decir con fuerza que cada organización tiene su forma de trabajar, pero todas laburaron muy fuerte en los peores momento Quieren, en definitiva, ilegitimar la lucha de todos".
Báez cree que el senador Gerardo Morales "se ve en el gobierno en el 2011 y entonces debe estar pensando en un plan económico que, por supuesto, no sería para los sectores más humildes"Por eso considera, él y quienes lo siguen desde distintos lugares, que con las organizaciones sociales desgastadas, estigmatizadas, podrán avanzar sin problemas".
El coordinador provincial de Barrios de Pie, esta organización que participó del gobierno de Néstor Kirchner y luego retiró a sus hombres de la gestión también señala las críticas histéricas contra los piquetes de los pobres, de los que no tienen nada, "pero cuando los cortes lo hace la Sociedad Rural y sus socios, entonces se habla de productores agobiados, desesperados, que van a quebrar". También coincide en el concepto de que ninguna organización del país propone la vía de las armas y recuerda que en el 2001 el lema en las calles era "piquetes y cacerolas, la lucha es una sola" y que ahora con esta verdadera estigmatización sólo se busca el desmembramiento total de los sectores sociales.
Eduardo Delmonte es uno de los principales referentes de la Corriente Clasista y Combativa, una agrupación con un fuerte contenido opositor al gobierno nacional al que este dirigente acusa de ser el responsable de la estigmatización "porque aparece avalando grupos y desechando otros, para el caso el nuestro". También le enrostra declaraciones que pretenden instalar la idea de que la pobreza terminó "por lo que no tendría razón de ser un reclamo o un piquete por trabajo, tal como si existiera un conflicto artificial, pero nosotros tenemos una lectura de lo que pasaba y pasa".
Desde la CCC se marca que si bien es cierto que una parte de la población consiguió trabajo en los últimos años "sobre todo en negro, quedó afuera una enorme cantidad de personas por fuera de ese sector y aunque algunos tengan algún trabajo o un plan de $ 150, quedaron formando parte del universo de la pobreza y la indigencia".
Delmonte apela a aquel antiquísimo cuento de cuando el chico decía que el rey estaba desnudo y los otros, obnubilados le decían que no. "Así nos sentimos nosotros porque quienes recibían beneficios estaban obligados a callar la realidad que seguía con los planes de $ 150, y esas organizaciones pagaron un precio muy alto, el de tener que guardar silencio". La CCC afirma que el conjunto seguía perjudicándose "por eso nosotros no trabajamos para que un dirigente resuelva su problema sino para solucionar la vida de 14 millones de pobres y de los 4 millones de indigentes".
En cuanto a la relación que mantienen con otras organizaciones y el apoyo a los reclamos de los distintos sectores del campo, la Sociedad Rural, las Confederaciones Rurales Argentinas, CONINAGRO y la Federación Agraria Argentina, quedaron ubicados en un lugar distinto a la de tantas otras instancias sociales. Ellos entienden, en palabras de Delmonte, que el kirchnerismo es un "fenómeno pasajero y que la pobreza va a seguir, tal vez volvamos a encontrar en algún punto, en otro momento".
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