SOCIEDAD › JAIME DRI PIDIó A REPRESORES QUE DIGAN DóNDE ESTá EL HIJO DE NEGRO
Que tengan un gesto para la historia
En una declaración por videoconferencia desde Panamá, el
sobreviviente de la Quinta de Funes los llamó por los nombres
de guerra a quienes participaron del traslado de Raquel Negro.
› Por Juan Cruz Varela
Desde Paraná
"Habiendo sido actores de una etapa de la historia argentina es que les solicito que hagan un acto histórico y digan dónde está el hermano de Sabrina y Sebastián, que les digan a los familiares dónde está. Ese sería un hecho histórico. Rompan el pacto de silencio, la sociedad lo va a valorar". Las palabras de Jaime Dri retumbaron en la sala. Hasta ellos, los interpelados, asintieron con la cabeza. Pero mantuvieron el silencio. El sobreviviente de la Quinta de Funes declaró por videoconferencia desde Panamá en el juicio oral y público contra seis represores por los delitos de sustracción de menores y sustitución de identidad en el caso de los hijos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela, nacidos en marzo de 1978 en el Hospital Militar de Paraná.
Dri brindó un testimonio impactante, ya que presentó a los imputados por sus nombres de guerra, aquellos que utilizaban cuando decidían sobre la vida y la muerte, pero también porque aportó detalles de cómo fueron los últimos días de Raquel Negro, sus charlas con Tulio Valenzuela y sus deseos de fuga. "Reconoce a los imputados", le preguntó el presidente del tribunal, Roberto López Arango. "Los veo a Jorge (Pascual Oscar Guerrieri), Daniel (Amelong), Sebastián (Jorge Alberto Fariña) y Sergio II (Walter Salvador Pagano)", respondió. Y así se refirió a ellos en todo momento.
Raquel Negro y Tucho Valenzuela fueron secuestrados el 2 de enero de 1978 en la tienda Los Gallegos, en el centro de Mar del Plata, por una patota del Destacamento de Inteligencia 121 de Rosario. Al día siguiente llegaron a la Quinta de Funes, donde estaba alojada casi toda la cúpula regional de Montoneros. Dri estaba desde el 27 de diciembre y ahí mismo se enteró del operativo en marcha.
A lo largo de su testimonio contó que Raquel Negro fue sacada tres veces de su cautiverio. Sin embargo, se refirió a ella como María ya que no conocía su "identidad legal" en aquel tiempo. "La primera vez salió de la Quinta de Funes con un grupo de tareas, un domingo a la tarde. Fueron hasta Santa Fe para entregar al Sebas", recordó. Se trata de Sebastián Alvarez, el primer hijo de Raquel, que entonces tenía un año y ocho meses, y había sido secuestrado con ellos. El chico fue entregado a su familia por otra mujer, que lo dejó con una valija con ropa, fotos y una carta en la que Raquel les pide que lo cuiden, según declaró el día anterior su hermano Jorge.
La segunda vez que Raquel salió ya no estaba en la Quinta de Funes sino en La Intermedia, una amplia casona de la familia Amelong ubicada sobre la autopista RosarioSanta Fe, a la que fueron trasladados los presos políticos tras el fracaso de la Operación México, por la cual Tucho Valenzuela debía viajar al Distrito Federal y facilitar el asesinato o encarcelamiento de la cúpula de Montoneros, pero en lugar de eso huyó y denunció las graves violaciones a los derechos humanos. "En esa ocasión, ella viajó a Paraná a los efectos de un chequeo médico. Salió a la mañana y volvió ese mismo día a la tardecita o a la noche. A la vuelta me contó que estaba todo bien, pero que todavía faltaban unos días para el parto", recordó Dri. Según le dijo Raquel, los chequeos se los hicieron en el Hospital Militar, adonde luego volvería para dar a luz.
"Pero a los pocos días hubo varios movimientos, nos reunieron a todos los detenidos y a María le comunicaron que sería nuevamente trasladada a Paraná. Ella me dijo preocupada que le parecía raro porque le habían dicho que todavía no estaba a tiempo para el parto y yo traté de tranquilizarla. Se la llevaron una mañana muy temprano y al poco tiempo uno de los represores me dijo: 'Podés creer, este hijo de puta de Tucho tuvo mellizos'. Dijeron también que todo estaba bien y que en unos días la devolverían a La Intermedia", continuó. Inclusive, ante una pregunta de los fiscales, agregó: "Si dicen que había tenido mellizos y que en pocos días los traerían junto a María, se presume que los dos estaban vivos", echando nuevamente por tierra la versión de que el varón pudo haber fallecido, como han querido instalar algunos médicos.
Dri no pudo precisar quiénes integraban la patota en el último traslado de Raquel Negro a Paraná, pero sí refirió que la persona de mayor rango dentro de los centros clandestinos de detención era el Mayor Jorge, el jefe operativo era el Comandante Sebastián y les seguía en la cadena de mando el Teniente Daniel. Según dijo, "a cargo de los detenidos había un grupo estable, aunque después de lo de Tucho se produjeron algunos cambios momentáneos en las guardias porque se demoraba la vuelta de Sebastián, según decían, porque estaba enfermo".
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