Los casinos que funcionan en Santa Fe volvieron a generar interés legislativo. Ya se había presentado un proyecto para que las salas de juego cerraran su puertas entre las 7 y las 13 para evitar la presencia de empleados públicos. Ayer, el diputado provincial Enrique Marín (PJ) se sumó con otra propuesta: cobrar una entrada equivalente a un litro de nafta y destinar lo recaudado a tratar a las personas que sufren de la adicción al juego. "Debe haber un límite y prevención desde la salud pública. También, pedimos que el Estado prohíba la colocación de cajeros automáticos en el casino", dijo el legislador a LT10.