Rosario nunca será la misma desde la catástrofe de Salta 2141. Se nota, sobretodo, cuando sorprende cualquier incidente relacionado con el servicio de gas. Ayer a la tarde explotó el medidor domiciliario de un residencial geriátrico situado en España al 200, y tras ello se desató un escape de gas que conmocionó al vecindario. La explosión fue seguida de un fogonazo sofocado a tiempo por un vecino que corrió matafuego en mano. La cuadra se pobló de bomberos, policías y paramédicos. Técnicos de Litoral Gas se ocuparon de cortar el suministro y el tenebroso déja vù que prosperaba en más de un vecino. Se cortó la circulación por calle España y por calle Salta, y los 30 ancianos alojados en el establecimiento fueron evacuados de inmediato. El jefe de Bomberos, Raúl Mansilla, estimó que la explosión se debió al calentamiento de los cables subterráneos de energía eléctrica. Dos horas después, todo volvió a su rutina.