Jueves, 7 de agosto de 2008 | Hoy
PSICOLOGíA › UNA REVELADORA HISTORIA QUE FREUD LLAMó "EL SECRETO DE UNA VIDA"
Mañana, a las 15, comienzan las jornadas de la EOL en la Federación Gremial. La autora de la nota adelanta la apertura.
Por Adriana Testa*
Año 1917. Sigmund Freud. Una historia de amor que Stendhal hubiera tratado como amor-pasión. Freud la llamó "el secreto de una vida". Es la historia de una mujer que repetía varias veces al día, entre muchas otras, una singular acción: corría de una habitación a otra vecina y allí se quedaba en un lugar determinado, cerca de la mesa ubicada en el centro, llamaba a su mucama, le daba una orden irrelevante o la reenviaba sin darle ninguna, y luego volvía al punto de partida.
No era un síntoma patológico grave -observa Freud- pero sí apto para despertar el apetito de saber. El esclarecimiento vino de la manera más impensada e inobjetable.
Hacía más de diez años se había casado con un hombre mucho mayor que ella, que en la noche de bodas resultó impotente. Esa noche él corrió incontables veces desde su habitación a la de ella para repetir el intento, y siempre sin éxito. A la mañana siguiente dijo "es como para que uno tenga que avergonzarse frente a la mucama, cuando haga la cama"; y cogió un frasco de tinta roja, que por casualidad se encontraba en la habitación, y volcó su contenido sobre la sábana, pero no justamente en el sitio que habría tenido derecho a exhibir una mancha así.
La inclusión de una referencia anacrónica (este caso fue recuperado por Jacques-Alain Miller en uno de sus últimos Cursos) es un buen recurso para el psicoanálisis y en particular para la clínica. Trastoca los tiempos, tal como acontece en una experiencia de análisis. Y de modo paradigmático en la figuración de un sueño. Freud mismo acude a ese recurso en la explicación de esta acción que da prueba de la "existencia del inconsciente", de una fuerza perentoria que le demuestra "al yo que ni siquiera es amo en su propia casa". Se trata de una mera idea obsesiva... no obstante ligada, en sentido estricto, al devenir de su vida: "separada de su marido, lucha contra la idea de anular el casamiento por la vía judicial, permaneciendo fiel a él, en el más absoluto retiro". No entraremos aquí en las formidables sutilezas clínicas de la práctica psicoanalítica. Más bien, seguiremos la fina argumentación freudiana por la vía del recurso onírico. Una figuración: la puesta en escena de aquella otra escena. Una cama y una mesa juntas. Ella entra y sale haciendo las veces de él. Y da la clave de la sustitución: cama y sábana por mesa y mantel. Allí mismo, un pie de página da pruebas por el lado de los usos del lenguaje: pasa por el inglés, "bed and board" y corre hasta el latín, "separatio a mensa et toro", una frase que designa la separación de los cónyuges. El llamado a la mucama. La mancha en el lugar justo. Las cartas de un inconsciente que no se reduce a una façon de parler, sino que es tan "real" como esa acción que se impone cada día a la dama de alrededor de 30 años, están expuestas. En la actualidad de esa acción se cifra la realización de un deseo: "no, no es cierto, él no tuvo de qué avergonzarse frente a la mucama, no era impotente". La desmentida satisface el deseo de no querer saber nada del infortunio de entonces. La paradoja está a la vista.
Freud supo captar a esta dama en el atisbo de una creencia: el montaje de ese síntoma -poco importa aquí su gravedad- era portador de un sentido y estaba entramado con una vivencia. Esperó la ocasión. Y llegó el tiempo exacto en el que ella dio las razones de un sentido posible. A partir de allí ese amorpasión pasó a ser dicho de otra manera y se encauzó por los desfiladeros de otras verdades. Jacques Lacan dirá, luego, supuesto un saber, habrá entonces un sujeto al que el psicoanalista responde con una política del síntoma. Política que espera al psicoanalista en el lugar del deseo y al analizante en la decisión íntima de hacer la experiencia de un análisis.
*Miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP) y de la Fundación Descartes. Las X Jornadas Anuales sobre el "Amor y el síntoma" de la Escuela de la Orientación Lacaniana Sección Rosario comienzan mañana, a las 15, en la Federación Gremial, de Córdoba 1868. La autora de la nota, integrante del Consejo Estatutario de la EOL y de la Comisión Científica de estas Jornadas, titula El amor dicho de otra manera, la conferencia de apertura que transcribe Rosario/12.
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