Es indudable que la obra de Freud constituye el pilar fundamental del psicoanálisis contemporáneo. Pero las diferentes lecturas de su obra determinan distintos desarrollos teóricos ﷓ clínicos que nos comprometen a los psicoanalistas a interrogarnos sobre ellos, en articulación con su clínica, y dentro del modelo de complejidad de las nuevas epistemologías. La misma noción de inconsciente reprimido, eje de la teoría de Freud y de su psicopatología, luego de 1920 fue vista como insuficiente para explicar la clínica psicoanalítica. Luego de "Duelo y Melancolía" y "El yo y el ello" se arriba a una perspectiva vincular en el sentido de la existencia de estructuras vinculares en el inconsciente y no solamente pulsiones reprimidas. Muchas otras teorizaciones han incorporado al semejante en la constitución subjetiva, citaré entre otros a D. Winnicott, con su noción de madre suficientemente buena, W. Bion con la noción de reverie materna, P. Aulagnier con el contrato narcisista y J. Lacan con el papel anticipatorio de los padres, sin olvidar que ya Freud en 1914, en "Introducción al narcisismo", afirmaba que cada sujeto es un eslabón en la cadena de los sueños irrealizados de los padres.

Las teorizaciones acerca del duelo, trabajadas por casi todas las escuelas psicoanalíticas, permiten vislumbrar avances significativos. Destaco entre ellas al procesamiento de las pérdidas, como motor de la simbolización, y a los trabajos acerca de la transmisión intergeneracional de los duelos, en especial los realizados por Nicolás Abraham y María Torok, en relación a la creación de una cripta dentro del yo producida por un proceso de duelo que resulta inaccesible a causa de un secreto inconfesable y que vuelve también inconfesable el dolor narcisista por la pérdida del objeto.

El psicoanálisis mantiene su vigencia teórica ﷓ clínica no sólo porque da cuenta de la constitución subjetiva y del sufrimiento humano, sino porque sus modos de abordaje, en el intento de aminorar este padecer,

preservan un espacio de libertad para el sujeto, con un rescate de su creatividad y su proyecto de autonomía (C. Castoriadis).

*Psicoanalista. Miembro de la Sociedad Psicoanalítica del Sur.