Jueves, 4 de agosto de 2011 | Hoy
PSICOLOGíA › INSCRIPCIONES PSICOSOMáTICAS EN UNA ESTRUCTURA PSíQUICA FRáGIL Y LáBIL
Los pacientes empiezan y terminan en los
consultorios de clínica médica, pero se
escapa algo del orden de la subjetividad.
Por Alberto Basualdo*
Lo "psicosomático" en tanto campo donde confluyen diferentes prácticas, permite ser abordado y pensado desde diferentes miradas teóricas y posicionamientos técnicos (aún desde el propio psicoanálisis); por lo que se hace necesario sostener una definición propia y elaborada desde el cruce con la praxis: entendemos por psicosomático a "una construcción inconciente escindida del aparato psíquico (por lo tanto no representable), que se expresa a través de una manifestación somática (el eje es el lenguaje de órgano); donde hay daño corporal, y que se enlaza a una estructura subjetiva lábil y frágil".
Los pacientes con patologías psicosomáticas (tales como la psoriasis, vitiligo, eccemas, alopecias areatas, rosáceas, etc.) empiezan y terminan su circuito de tratamiento en los consultorios de la clínica médica, en donde el pedido que se formula a los profesionales se basa en expresiones tales como "que me saquen esto", o bien "que me den algo para que se me vaya" (pedidos del orden la técnica), siendo los objetos del mercado farmacológico los destinados a cumplir exclusivamente esta función de soporte (cremas, ungüentos, pastillas, rayos, etc.).
La realidad muestra que este pedido no puede ser satisfecho, ya que es allí donde se escapa algo del orden de la subjetividad, puesto que es el cuerpo, en este caso la piel, lo que le da un lugar de inscripción a este sin sentido que vienen a mostrar estas heridas. En estos casos, es el propio cuerpo el que se lesiona y no el cuerpo fantasmático, ya que se trata de pacientes que han sufrido una sobreadaptación a situaciones de carencia, parafraseando a P. Valas y Eric Laurent son personas que enfermaron de "tanta normalidad".
Se puede decir que en lo psicosomático se trata de cómo ése constructo inconciente construye un saber que habla o se escribe a través del cuerpo, se trata de un saber que el Sujeto desconoce y que no alcanza a tener registro en lo psíquico. Nos encontramos con pacientes con pieles dañadas, manchadas, autoagredidas, ulceradas, irrumpiendo en forma violenta, a nivel de lo real, a través del cuerpo.
El abordaje terapéutico al ser patologías multicausales (intervienen factores genéticos, inmunológicos, biológicos, psicológicos y sociales), requiere de un equipo interdisciplinario que respetando las especificidades sea capaz cada uno desde su lugar, de ayudar (función de sostén) a los pacientes a tender los puentes necesarios para poder realizar el pasaje del cuerpo como lugar de inscripción de los afectos, al registro de la palabra; que le permita nombrar algo de lo que le pasa en su vida con su "malestar".
De esta manera se piensa para los pacientes psicosomáticos, en la creación de un espaciolugar donde el Sujeto pueda advenir. Sin dudas que no se trata de una tarea fácil, pero cierto es que no es imposible, y que no se debe retroceder frente a los obstáculos que plantean las nuevas manifestaciones del malestar en el presente.
Recientemente he presentado en el Colegio de Psicólogos un trabajo sobre la presente temática junto a las dermatólogas Adriana Ferrero y Patricia Arrastra, un trabajo precisamente sobre las consecuencias y tratamiento posible de estas expresiones psicosomáticas en la piel.
*Coordinador Consultorio Integral Psoriasis y Psicodermatosis.
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