El título de las Jornadas intenta recoger, en su primera parte, el trabajo que la Sección está realizando alrededor del texto "La dirección de la Cura". Se hace evidente la actualidad del texto y cómo ya están anunciadas cuestiones que Lacan desarrollará posteriormente.

Le sigue la segunda parte, "un retorno a lo singular". Se pueden ver entonces, los dos términos, "Cura analítica" y "lo singular", conectados de una manera particular, "un retorno". En "Dirección de la Cura" Lacan nos señala ya un retorno, en función de rescatar al psicoanálisis del peligro de transformarse en una práctica de reeducación emocional. En definitiva, un retorno al descubrimiento freudiano del inconsciente.

¿Pero qué entendemos por "singular"? Ya en "La Dirección de la Cura" podemos rastrear como Lacan muestra ciertos modos de lo singular. Cuando se refiere a la interpretación analítica, dice: "Debe introducir en la sincronía de los significantes algo que bruscamente haga posible su traducción". Luego, refiriéndose a la pérdida de horizontes, dice: "Las vías nuevas en las que se ha pretendido legalizar la marcha abierta por el descubridor dan prueba de una confusión en los términos, tal que se necesita la singularidad para revelarla".

Ya sobre el final del texto "el dedo levantado de San Juan, para que la interpretación recobre el horizonte deshabitado del ser donde debe desplegarse su virtud alusiva".

¿Qué tenemos para ofrecer como contrapartida? Nuestra contrapartida es dar lugar al sujeto ante cualquier intento de homogeneización. La cura analítica consiste justamente en implicar subjetivamente al paciente, en hacerlo responsable del sufrimiento que le producen sus síntomas tomando en consideración la singularidad implicada en los mismos. Por esta razón el analista no se propone como un modelo identificatorio ni como el representante de las normas establecidas.

Por esta razón debe incluir en su formación la cuestión de cómo situarse ante los problemas que introduce su inserción en la sociedad en la que inscribe su práctica. Cómo ubicarse ante las leyes de salud mental y las exigencias del mercado.

Por esta razón, el punto que consideramos central no consiste solo en resistir los embates homogeneizantes de la época. Se trata fundamentalmente de una exigencia ética que implica profundizar nuestros interrogantes acerca de la clínica psicoanalítica hoy. No basta con decir "singularidad", hay que establecerla lógicamente y poder esclarecer entonces el alcance y las consecuencias clínicas del concepto de sinthome. Las jornadas del 10 de noviembre son una oportunidad para ello.

* Director EOL Rosario