PSICOLOGíA › COMO PARTE DEL CICLO "CLAVES EN PSICOANALISIS"
› Por Héctor Franch *
En el psicoanálisis se procede según Freud tanto por la interpretación como por la construcción. El texto de 1927 "Construcciones en el análisis" parece indicar la posibilidad de una continuidad entre ambas, continuidad dada por el análisis mismo. No es la primera vez que se formula algún tipo de continuidad entre piezas heterogéneas entre sí. La interpretación de sueños y actos fallidos en general resulta siempre parcial e incompleta, mientras que la construcción aspira a otra cosa y encuentra otras limitaciones.
Lo cierto es que Freud propone con la interpretación realizar el trabajo inverso que aquel del inconsciente. Si el inconsciente cifra en sus formaciones un texto que es posible reencontrar por desciframiento, cifrado del inconsciente y descifrado de la interpretación funcionan en términos de reversibilidad. Pero el análisis se encuentra tarde o temprano con la condensación de Freud, aquella que "parte de la represión y regresa de lo imposible a concebir como el límite donde se instaura por lo simbólico la categoría de lo real": lo que no es posible deshacer. De la metáfora como figura retórica a la condensación inconsciente hay entonces un paso.
El término 'descifrar' tiene una historia interesante. Antes que ser una palabra para designar cualquier número, 'cifra' significó 'cero', número clave para el cálculo que sirvió para indicar el lugar vacío antes que la idea de nada. La introducción del cero resultó tan revolucionaria en la aritmética de todos los días que se quiso tenerlo en secreto, de su asociación con algo secreto se considera que algo cifrado es algo secreto y que debe, por lo tanto, descifrarse. No es de extrañar entonces que la represión utilice el cifrado cuando opera como censura, es una buena forma de decir algo y al mismo tiempo seguir manteniéndolo en secreto.
Cifrar y descifrar alternan en una espiral que se presenta interminable. Existe una satisfacción en el desciframiento que provoca el mismo placer que Freud tiene en cuenta a propósito del chiste. Con respecto a la etimología de 'chiste', María Moliner dice que deriva de 'chistar' utilizado para hacer callar, para hacer hacer silencio. Se trata otra vez de aquello que circula en secreto, dicho y no dicho al mismo tiempo. Es igual para el chisme, un secreto que nunca llegó a chiste. Reencontramos siempre la estructura del lenguaje, traumática en sí misma.
Lacan dice que ha tratado la transferencia con términos plagados de trampas, como en todo lo que ha dicho. En lo que Lacan dice hay trampas por todos lados. No podría ser de otro modo. El lenguaje mismo está lleno de trampas y no tiene ningún sentido disimular este hecho. Evidentemente Lacan no lo disimula, es más, cuando puede, lo profundiza. ¿No es así acaso como procede el inconsciente? Efectivamente hay una dificultad y ella está en la estructura del lenguaje. Paradójicamente el lenguaje nos enferma y es con el lenguaje que nos curamos pero no nos curamos del lenguaje.
Estamos tratando estos y otros temas en el Ciclo Claves del Psicoanálisis. Actualmente trabajamos dentro del ciclo en un seminario titulado: "La interpretación y la construcción en el análisis". En la próxima reunión del sábado 10 de junio recibimos a la psicoanalista Anabel Salafia en los Altos de Ross, Córdoba 1345 piso 2 a las 10:30, la entrada es libre y gratuita. Anabel Salafia nos hablará sobre: "El deseo del analista y la construcción del objeto".
* Héctor Franch. Psicoanalista, responsable del Ciclo Claves del Psicoanálisis.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux