PSICOLOGíA › LA ADICCIóN AL JUEGO, LA LECTURA DE FREUD Y LA PERSPECTIVA ACTUAL
No interesa ya la sustancia o la actividad que se ha vuelto adictiva, sino la relación que cada sujeto en particular mantiene con ella. En este marco, ¿qué puede ofrecer un Psicoanálisis? El amor de transferencia y el deseo del analista.
› Por María Juliana Bottaini *
Como Aleksei está enamorado de Polina, acepta con total servidumbre jugar a la ruleta y ganar dinero por ella. Tiene la certeza de lo imposible de hacer realidad su fantasía, pues él no es un hombre para ella. Sin embargo, acepta la propuesta. Detrás de esto quizás se asomen sus preguntas: ¿soy hombre para ella? ¿Qué soy? ¿Ella se enamorará de mí? ¿La quiero? Preguntas que deja libradas al azar, y se las hace al destino, a la ruleta.
Y así es como sin pensar demasiado, se dirige al casino. Comienza a ganar, luego a perder, gozando del sufrimiento que le genera. Se olvida absolutamente de su amada, entre idas y vueltas, él está siempre en el convencimiento de que no es a él a quien ama, a pesar de que en una oportunidad Polina confiesa su amor por él. Aleksei, desesperado, la deja, y se va a jugar, descubriendo sin cesar su pasión por el juego.
Freud en "Dostoievski y el Parricidio" nos da indicaciones precisas que nos orientan para comenzar a comprender esta pasión y manía: 1) No se trata de dinero, ni de codicia, ni de ganar. Se trata exclusivamente de perder. De una repetición que insiste en cada pérdida de dinero. El jugador juega para perder. 2) Necesidad de autocastigo y humillación. Una vez que algo se satisface en la humillación, las barreras de la inhibición se levantan y Dostoievski comienza a escribir. Aunque, en el peor de los casos y en la mayoría los sujetos quedan librados al pasaje al acto. 3) En el jugar hay una pieza del vivenciar infantil. En la novela de Zweig, un muchacho, jugador empedernido, próximo al suicidio, es salvado por una mujer mayor. Así, en la novela, se trata de hacer realidad la fantasía de acostarse con la madre y destituir al padre, y que sea la madre quien salva a su hijo de los "perjuicios del onanismo", ofreciendo ella su propio cuerpo. El jugueteo de las manos en los genitales y en las cartas se asocian indiscutiblemente. Entonces, como en tantas otras adicciones, Freud nos dice aquí también que el vicio del onanismo es sustituido por la manía del juego, y el quehacer de las manos dan pruebas de ello. 4) En el juego hay una conexión con el padre y la muerte, que Freud nos incita a pensar desde el inicio del texto.
Es la época del empuje a la felicidad, de la búsqueda de satisfacciones rápidas y eficaces, del derecho de todos al goce, de la homogeneización y aplastamiento de los sujetos, donde el pasaje de consumidores a consumidos, de jugadores a juguetes, es también lo propio de esta época. No interesa ya la sustancia o la actividad que se ha vuelto adictiva, sino la relación que cada sujeto en particular mantiene con ella.
Apostamos en el Instituto T y A (Toxicomanía y Alcoholismo) de la EOL Sección Rosario a incluir las ludopatías en nuestras investigaciones, en tanto el Psicoanálisis y el juego desde sus albores, han estado emparentados. Así, junto a la adicción al alcohol, las drogas, el trabajo, los objetos tecnológicos, el deporte, entre otros, nos confrontamos con un campo amplio de investigación muy actual, que intentamos abordar los primeros y terceros miércoles de cada mes en la Sección de la EOL.
Aleksei y tantos otras jugadores se ahorran preguntas, evitan trabajar con el inconciente para saber (acerca de lo que quieren o no, de qué decidir por ellos mismos, del goce que los gobierna), huyen, se esconden de la castración o sus efectos, se nominan a partir de esta actividad, no aceptan la imposibilidad de la relación sexual, desafían al Otro. Y en este marco, ¿qué puede ofrecer un Psicoanálisis? El amor de transferencia y el deseo del analista, motores que pueden impulsar que un sujeto deje de apostar a los números, a las cartas, para atreverse a apostar al amor y a que el deseo de saber sea alojado no en el azar de las apuestas y el juego, sino en la partida que un psicoanalista tiene para ofrecerle.
* Psicóloga. Integrante del T y A Rosario (Toxicomanías y Alcoholismo). Eol Rosario.
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