En una actividad conjunta de la Biblioteca de la EOL y el TyA (Toxicomanía y Alcoholismo) Rosario, se proyectará la película "Oslo, 31 de agosto" dirigida por Joachim Trier. La cita es hoy, a las 19, en la sede de la Sección, Jujuy 1610. Rosario. Luego de la proyección, conversaremos sobre qué nos enseña y transmite el Director en esta producción. La película muestra qué puede suceder con los sujetos que salen de las Instituciones de Rehabilitación, y se preguntan por su vida afuera, por su futuro. Qué podemos decir de estos tratamientos cuando no logra tocarse el nudo o los resortes que llevan a un sujeto a consumir o a hacer de la adicción su modo de vida.

Anders y las palabras de su padre que resuenan en su cuerpo, siendo casi su exacta encarnación: "...la melancolía es más fría que la nostalgia..." Recorre su ciudad en su primer día afuera y visita a un amigo, a un familiar, se sienta en un bar y es espectador de la vida de los otros, sin poder él incluirse. Ningún fantasma le cabe, respecto al malestar en los lazos, en las relaciones. Es decir, frente al no hay relación sexual, frente a la finitud de la vida, los malentendidos, la insoportable levedad de la vida, él no puede armar ninguna respuesta. Solo tiene en el bolsillo de su saco negro dos opciones, con las cuales intenta hacer soportable lo insorportable de lo que ve. En esas horas de estar afuera del programa, él observa, muchas veces con una rigidez en su gesto que llama la atención y nos interpela. Él parece ya tener una decisión tomada, que al inicio de la película, en su pasaje al acto fallido nos muestra claramente. Hay una decisión, pero también, la duda, la angustia, y así es como recorre su ciudad natal, Oslo, con las dos opciones en su bolsillo: el celular para llamar a su ex novia o la bolsa de heroína. Amor o droga. Frente al malestar de la vida, ¿qué camino elegís?