PSICOLOGíA
El psicoanalista y dramaturgo Alain DidierWeill estuvo en Rosario, donde dictó un seminario y presentó su último libro. "Toda creación es siempre una creación desde la nada", dijo.
› Por José Manuel Ramírez *
Los días 9 y 10 de abril recientes estuvo nuevamente en Rosario el psicoanalista francés Alain DidierWeill dictando un Seminario que dio en llamar "El deseo x promovido por Lacan" referido, como su título nos indica, a lo que Lacan se ocupó en definir como "deseo del analista". En el marco de dicho Seminario, organizado por la Escuela de Psicoanálisis Sigmund Freud Rosario, fue presentado también su último libro Memorias de Satán. Ensayo sobre la manera de hacer bien el Mal y hacer mal el Bien, publicado en castellano, por Homo Sapiens Ediciones en su Colección La clínica en los bordes, que dirige Pura Cancina, que lleva ya más de 35 títulos.
Luego de la primera clase del Seminario, el 9 de abril, Sabatino "Cacho" Palma puso en escena, una adaptación de fragmentos del libro de Alain DidierWeill, Memorias de Satán, haciendo de un ensayo una comedia patafísica de la que queremos destacar el ingenio de Palma y su espíritu creativo, dentro del teatro al que nos tiene acostumbrados, para divertirnos con una versión descomprimida del texto de DidierWeill. Es de destacar la actuación del mismo Cacho Palma, de Hernán Caleca que lo acompaña con solvencia y de Temis Parola que con su canto le da a la obra el toque femenino que faltaba.
Tanto el Seminario, como el libro y la función de teatro merecerían un comentario aparte, así como la buena disposición de DidierWeill para responder a algunas preguntas que le hice luego de la primera clase del Seminario con la intención de que el mismo autor pusiese en relación esas distintas instancias: el deseo del analista, el libro de su autoría y su efecto, la obra de teatro.
Este es parte del diálogo mantenido, con la asistencia de Pura Cancina que ofició de traductora:
-¿Qué le pareció la puesta en escena de fragmentos de su último libro, por Cacho Palma?
-Didier-Weill: En la puesta en escena, Cacho Palma hizo una elección muy juiciosa para extraer una hora de espectáculo donde privilegia, con mucho humor, la relación mística del hijo al padre más que los problemas teológicos que plantea mi libro entre la Biblia y el Evangelio. El hizo un Satán muy humano...
-¿Demasiado humano, acaso?
-D.W.: No es esa mi apreciación, él hizo una elección familiar, tomó partido.
Con la intención, como se destacó más arriba, de poner en relación también su libro con parte de lo que desarrolló en su Seminario se le preguntó: -¿Su libro está en relación a esos orígenes que en su charla de hoy usted intenta ficcionar?
--D.W.: Cuando uno va hacia lo originario se dispone a pensar qué es un acto de creación. Para volver a Cacho, destaco que entre el director y el actor hay creación a partir de un texto que recibieron, no se trata de una aplicación. Es una creación original a partir de un texto. En relación con la conferencia, pienso que toda creación es siempre una creación ex nihilo, desde la nada...
-En este juego de una instancia hacia otra, lo que usted desarrolla en su libro ,¿está en relación a esa creación desde la nada en tres tiempos del cual hablaba hace un momento, en su clase?
-D.W.: El primer momento es el que aporta el autor, en este caso lo que yo escribo en mi libro, el segundo es la invención por el sujeto, y el tercero "el acto".
-Sobre los problemas teológicos a los cuales aludió antes y que plantea en su libro, podría aclarárnoslos. A mí me pareció polémico su libro, en ese sentido.
-D.W.: La conversación entre Dios y Satán existe en la Biblia, en el Libro de Job, por ejemplo. Y en los Evangelios también, y hay un diálogo también entre Jesús y Satán. La polémica, si hay una polémica, es entre judaísmo y cristianismo, en la concepción del mal. Hay también una polémica en el seno del cristianismo entre San Pablo y los doce apóstoles. Esto no fue retenido en la pieza de teatro. Y está la diferencia entre la concepción bíblica del pecado y la concepción cristiana debida a San Pablo sobre el pecado original. Entre los judíos no existe el pecado original. Hay pecado pero no original. Lo interesante, está en los Evangelios, es el conflicto entre San Pablo y los doce apóstoles. El conflicto entre los que conocieron a Jesús y escucharon el Sermón de la Montaña, escucharon la Palabra, y Pablo que escuchó una palabra que llegó después, y que en el Concilio de Jerusalén del año 51, fue rechazado por los apóstoles.
-Respecto del subtítulo del libro "Ensayo sobre la manera de hacer bien el Mal y hacer mal el Bien", ¿es recíproco?
-D.W.: Hay una diferencia... Respecto a la diferencia, o bien el mal es no hacer el bien, una privación de bien, o bien el mal existe como tal.
-¿El mal tiene relación con el deseo?
-D.W.: Sí, pero para lo que el psicoanálisis llama el Superyo. En mi conferencia recordé al inquisidor, para el inquisidor el mal es el herético que actúa su deseo, no es el deseo sexual es el deseo de palabra ligado al lenguaje. Para el inquisidor es eso el mal.
Este interviú al psicoanalista y dramaturgo Didier-Weill si bien breve, echa luz sobre la diferencia entre la causa y el acto, también del acto de creación, desde el discurso del psicoanálisis.
* Psicoanalista. A cargo la sección de Psicología de este diario.
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