OPINIóN › PANORAMA POLITICO
› Por Pablo Feldman
El comienzo de la gestión de Hermes Binner ha concitado expectativas que van más allá de los límites de la provincia. Si bien las acciones del nuevo gobierno están centradas en mejorar la calidad de vida de los santafesinos, su impacto es mayor y tanto desde el gobierno nacional, como desde la provincia de Buenos Aires se está tomando nota de los primeros pasos del Socialismo al frente de un importante estado provincial. Distinto es el monitoreo que desde la ciudad autónoma de Buenos Aires ha ordenado Mauricio Macri para auscultar los movimientos de Miguel Lifschitz, quien -para satisfacción de los neoconservadores- ha ensayado en la última cena de la Fundación Libertad (de mercado) un discurso que mereció el elogio del autor de la "Meditación del elegido" -la exégesis de José López Rega- Mariano Grondona quien llegó a exagerar: "Si esto que dice el Intendente es socialismo, yo soy socialista".
Como se dijo en el párrafo anterior, los esfuerzos puestos en optimizar los recursos no siempre representan mejoras inmediatas. Se sabe desde mucho antes del traspaso constitucional que la crisis energética no tiene solución para este verano y ni siquiera el próximo. Del mismo modo las nuevas autoridades saben que echarle las culpas al que se fue -aunque sea rigurosamente cierto- tiene corto alcance y no resuelve el problema. De tal modo que se ha decidido -ante el fatal destino- hacer algo más que correr detrás de los acontecimientos y rezar para que no haga calor. Habrá una secuencia de cortes programados, lo cual no deja de ser una incomodidad, pero despeja el quebranto de lo imprevisto. A nadie le va a gustar pasar tres o cuatro horas sin luz con 40 grados de térmica, pero mucho peor sería pasar más tiempo que ese, sin saber cuándo, por la salida de servicio de una estación o el estallido de un transformador. La medida que será prontamente instrumentada había sido anticipada por el Ministro del área, el arquitecto Ciancio, asumiendo los costos que supone una decisión de esta naturaleza, sobre todo en Rosario donde está el mayor de los problemas. En paralelo se ha dispuesto un refuerzo electrógeno para la planta de Aguas Santafesinas para evitar que cuando no haya luz en la zona de bombeo, la ciudad no se quede sin agua como sucedió en las postrimerías del gobierno de Jorge Obeid.
La solución de fondo a la crisis energética -que excede a Santa Fe- estará dada por una serie de inversiones que el acotado marco que tiene la provincia, no son precisamente las que se vinieron realizando, sobre todo en Timbúes, donde la ecuación del costo/rendimiento a partir del combustible y la generación la hace prácticamente inviable.
Este es sin dudas un tema prioritario para Binner que sabe que aún encaminando la solución, no cosechará los beneficios durante su mandato.
Como contracara hay que decir que el primer día en la Casa Gris, a la que accedió por la puerta principal -lo cual es lógico pero no se hizo en años- provocó un golpe de efecto que mereció la portada de los periódicos de la región: La primera "acción" de gobierno fue levantar el vallado perimetral de la casa de gobierno. Desde media mañana del día siguiente a la asunción, y hasta el medio día una cuadrilla de agentes policiales desabulonaron las empalizadas de acero que dividían la plaza, del palacio de gobierno. Una medida de fuerte impacto pero que a la vez patentiza un compromiso y una buena cuota de confianza en el futuro. El vallado de acero, amurado a las baldozas de la plaza fue puesto para frenar las protestas, principalmente después de la inundación de 2003, que como ya nadie discute no fue únicamente una catástrofe natural. Su permanencia obedeció a la "comodidad" que ofrecía para los operativos policiales, y si alguna vez Obeid pensó en desmantelarlas, fue rápidamente disuadido por sus funcionarios de seguridad. La decisión no fue un arrebato marketinero -si bien tuvo ese efecto- sino que obedece a la concepción entorno al derecho a peticionar y reclamar, y a la determinación de no reprimir la protesta social. "Si sacamos las vallas es para siempre, lo único peor que dejarlas sería volverlas a ponerlas", dijo a este cronista un allegado al Gobernador que tal vez hubiera preferido "esperar un tiempo". Y es ahí donde se marca la diferencia: No en una cuestión utilitaria sino principista. Hacer lo que se debe y no lo que conviene. Si Binner no sacaba las vallas el primer día, que lo hiciera más tarde o las dejara como estaban hubiera sido lo mismo.
El segundo día se abordó el segundo gran problema, no porque sea de menor relevancia, pero sólo porque la urgencia de los cortes de luz no otorga el margen que sí da el receso escolar para la recuperación de las escuelas. Así fue que el jueves, acompañado de la Ministra de Educación, Elida Rasino, se lanzó el "programa de recuperación de Escuelas Santafesinas". Lo hizo en el colegio Almirante Brown, un emblema de desarrollo educativo. "Lo hacemos aquí -dijo Binner- porque esta escuela es un ejemplo en la provincia y porque el Intendente Mario Barletta (sentado a su derecha) se ha comprometido a pagar el Fondo de Asistencia Educativa", dijo el Gobernador para marcar diferencias con lo que fue el desatino de Martín Balberrey, anterior intendente de la capital que dejó una deuda de 10 millones de pesos que el nuevo jefe comunal va a cancelar.
El programa supone la restauración de 3100 escuelas en todo el territorio provincial en menos de 80 días, para dejarlas en condiciones de iniciar el ciclo lectivo 2008. Para ello se dispuso una partida de 30 millones de pesos, que será reforzada en una segunda e inmediata etapa para las escuelas que no puedan ponerse en marcha con este aporte inicial promedio de 10 mil pesos. "No estamos hablando e construir aulas nuevas, ni escuelas nuevas. Sabemos que eso también es necesario, y está en nuestro programa y lo vamos a hacer, pero queremos ahora mismo poner vidrios, arreglar los baños, tapar las goteras, todo lo necesario para recuperar los edificios", dijo el Gobernador.
Otra parte no menos importante es la cuestión salarial, para ello ya se han tendido puentes entre el gremio y el gobierno. La idea en la Casa Gris es redoblar la apuesta a la participación que ha distinguido al gremio docente. En Amsafe, en tanto, saben que uno de los puntos fundamentales para el éxito de la gestión socialista lo marca el hecho de poder instalar un sistema que sea tan eficiente como supo hacerse en el área de salud. Si bien son áreas diferentes, los criterios de conducción no se modifican: una mayor asignación presupuestaria, optimización de recursos, supervisión del servicio y diálogo permanente en la comunidad educativa. "Tendremos futuro si creemos en la educación, si seguimos los ejemplos que nos dieron tantos argentinos y argentinas con una educación inclusiva, que permita que todos nos sintamos parte del mismo país", dijo Binner.
Los próximos días, se conocerán seguramente no sólo los nombres de quiénes integren la cúpula policial, si no también las primeras medidas entorno a un tema que sigue en el orden de prioridades y que merece ser abordado con algo más que la multiplicación de uniformes: La seguridad.
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