La llegada a Rosario de la exitosa Yo soy mi propia mujer interpretada por el actor Julio Chávez, más allá de ratificar la convocatoria y los sobrados méritos que tiene este indiscutido actor argentino, puso en evidencia la falta de tacto de cierta productora local en su relación con la prensa y los periodistas especializados. El bochornoso episodio de regatear una entrada para cubrir el espectáculo o las peripecias que implican conseguir una nota con el artista que nos visita son, en algunas ocasiones, parte de un juego que el público no conoce y que no sucede en plazas teatrales con mayor experiencia en estas cuestiones.

En Rosario son muy pocos los periodistas especializados que pueden cubrir determinados espectáculos relacionados con las artes escénicas y algunos supuestos "productores locales" no lo ignoran.

Tampoco ignoran que a la hora de llegar algún artista "consagrado", aparecen como por arte de magia una cantidad de colegas ignotos que piden su derecho a "cubrir" el espectáculo, desde diferentes medios a los cuales la actividad teatral de la ciudad poco les interesa. Lo cierto es que escuchar por parte de los responsables de la producción local de un espectáculo ya consagrado en Buenos Aires: ¡"Esperá que ya voy a ver si te ubico", o "seguro que alguna sillita te voy a conseguir", es bastante desalentador.

Aguardar en el hall de la sala mientras ingresa el público y discutir estos temas que se repiten hasta conseguir después alguna entrada que no se sabe de dónde llega para acceder a una ubicación poco "preferencial", es parte de una comedia de enredos antigua que ya debería bajar de cartel. Cuando un espectáculo llega con buenas referencias y el elenco está integrado por figuras consagradas, pareciera que poco importa la cobertura de la crítica local y por lo tanto escasean las ubicaciones para los colegas que cubren teatro durante todo el año.

Salvo honrosas excepciones, estos manejos los padecemos, hace muchos años, periodistas que en otras ciudades del país recibimos la invitación de los agentes de prensa para cubrir sus espectáculos. Todo esto al margen del excelente trabajo que el actor Julio Chávez brindó en el teatro La Comedia y al cual retorna en octubre. Este trabajo, por otra parte, tuve el placer de verlo anteriormente en Buenos Aires, adonde fui invitado por los agentes de prensa originales.