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Si bien se sabía, el mismo gobernador Hermes Binner lo había deslizado ante la prensa, su mensaje a la Legislatura pidiendo la reforma de la Constitución Provincial deja un flanco muy sencillo por donde entrar para la oposición. El primer argumento fue que el gobernador "se niega a hablar de los problemas cotidianos de la provincia porque no le conviene", o "tira la pelota afuera con un debate que a nadie interesa".

La verdad es que repitió casi como un mandala durante todos sus mensajes de apertura de sesiones de la Legislatura, esta necesidad de reforma constitucional. Era difícil imaginar que no lo haría una vez más. Uno de los pasajes más fuertes de su discurso señaló: "Venimos a ratificar nuestra voluntad de cambio en Santa Fe" y eso se puede discutir en cuanto a formas y tiempo, pero es casi innegable. Binner está convencido de las transformaciones a largo plazo, así fue en Rosario a lo largo de una continuidad de gestión de casi 20 años.

Cuando se habla de las "expectativas que despertó este gobierno socialista en la gente" y que "ahora defraudó a vastos sectores medios que le dieron su voto"; se habla un poco de esta sensación de una gestión que eligió desde el principio el camino más largo. Que casi circunvaló los atajos diarios de una administración para concentrarse en la planificación estratégica a largo plazo. No está mal, pero eso lleva tiempo y en el mientras tanto hay que dar respuesta porque ver todo el mapa que se traza hacia el futuro no es sencillo para los habitantes que día a día lidian con los problemas de la coyuntura. Llevar los dos planos simétricos al mismo tiempo, no es una tarea sencilla.

Desde esa premisa el gobierno provincial puso en las calles de Santa Fe ese afiche que tanto molestó al peronismo y que rezaba "Hicimos en dos años lo que no se hizo en 24". Muy claro, demasiado contundente y ofensivo para la oposición que se desquitó haciendo una vacío en el sector del recinto destinado a los invitados de honor, para asistir al mensaje de apertura del gobernador. Ni Carlos Reutemann, ni Jorge Obeid, así como varios seguidores de ambos concurrieron al convite institucional. Desde ese punto de vista, parecía muy difícil creer en las palabras de consenso político que usó el gobernador para ejemplificar la unión que hubo en los reclamos ante la Corte por los intereses de Santa Fe. Es un escenario distinto, ahí estaba el kirchnerismo enfrente y en Santa Fe -se sabe siempre se encuentran voluntades políticas para ir en contra del matrimonio. Además, tendrían miedo que de verdad que la población provincial les demandara no hacer esa gestión.

Seguramente en el entorno reutemista se habrá evaluado también la cercanía con los actos por siete años de la inundación en Santa Fe y la movilización socialista en las calles respaldando al gobernador Binner en su proyecto de reforma impositiva.

Con todo, hay una alegría para los dirigentes que dependen directamente del humor del silencioso senador santafesino: Hay una nueva vocera en el horizonte reutemista, alguien que pone en su boca lo que Reutemann no quiere decir personalmente y que hasta tiene licencia para interpretar sus gestos y convertirlos en una suerte de pensamiento lógico y político. Después de la caída en desgracia de María del Carmen Alarcón, y de la sonora ruptura con Roxana Latorre; hay otra mujer dispuesta a ocupar ese cargo que quema: La diputada nacional Celia Arenas. Recuerden este nombre y no descarten nada respecto de 2011. El aviso es también para los desprevenidos dirigentes reutemistas que tienen intenciones y esperan un gesto del jefe.

La legisladora nacional debutó en su nuevo cargo el sábado y al estilo reutemista, hizo sus declaraciones a una pequeña FM del interior provincial. Arenas aseguró, sin nombrarlo, que Reutemann estaría dispuesto a "competir dentro del PJ pero con determinadas garantías", entre ellas que el partido no vaya a las presidenciales del año próximo con el nombre "Frente para la Victoria, porque eso es el kirchnerismo y eso espanta a muchos", aseguró la diputada nacional. Quedamos a la espera de nuevas revelaciones.

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