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En vistas del debate ético que se ha planteado con mayor fuerza a partir del comienzo de la audiencia de juicio "Díaz Bessone y ot. S/Homicidio, Violación, Torturas", en relación a sostener la responsabilidad de todos los imputados en la causa, desde Familiares queremos manifestar nuestra posición al respecto. Creemos que los delitos de lesa humanidad deben ser investigados y sancionados sea quien fuere aquel que los cometió, respetando los compromisos internacionales que asumió nuestro país y fundamentalmente acorde las banderas históricas que dieron origen y fundamento a las organizaciones de derechos humanos creadas a partir del terrorismo de estado instaurado en Argentina en la última dictadura militar.

Luego de arduos debates internos, nuestro organismo decidió respetar las posiciones imperantes en cada regional, porque nadie conoce mejor las particularidades de cada zona de trabajo. En cuanto al imputado que genera polémica (en alusión a Ricardo Miguel Chomicki), somos concluyentes al afirmar nuestras dudas, a partir de los testimonios dados por los compañeros de que esta persona nunca fue lo que dice ser.

En esa inteligencia respaldamos la posición adoptada por la Liga Argentina por los Derechos del Hombre al momento de presentar la requisitoria de elevación de juicio, en la audiencia es el único lugar donde pueden y deben ventilase los delitos de lesa humanidad, garantizando el legítimo derecho de todos los imputados a una defensa, y el derecho de acceso a la justicia de todas las víctimas.

Nunca desoímos los pedidos de las víctimas, sobrevivientes del horror, por ellas trabajamos para la realización de los juicios y por ellas los sostenemos.

Los Familiares acompañamos desde enero 1984 a todos los denunciantes miembros de nuestra organización o no, que dieran origen a la megacausa Feced, causa madre de todas las de Rosario, cuya elevación parcial se está juzgando en estos momentos. Es solo una pequeña porción del horror, casi 100 víctimas, 200 testigos y 6 imputados. Con sus distintos niveles de responsabilidad todos deben responder.

Allá por 1977, cuando se creaba el organismo en nuestra ciudad, cuando todas las puertas se cerraban, la Liga de Rosario nos cobijó y fue nuestro hogar por muchos años. Las diferencias nos separaron, pero en el transcurrir de los años y de la historia, la tolerancia y el debate hizo que a pesar de las diferencias pudiéramos estar nuevamente juntos, compartiendo proyectos y compromisos en esta difícil tarea de construcción. Hoy estas cuatro jóvenes abogadas son un ejemplo de esa unidad: ellas son Gabriela Durruty, Daniela Asinari, Jessica Pellegrini y Leticia Faccendini. Respaldamos con toda nuestra fuerza el trabajo desinteresado y comprometido que llevan adelante estas abogadas junto a nuestro equipo jurídico. Esperemos estar a la altura del momento histórico que vivimos.

Con humildad decimos no es momento para luchas estériles dentro del campo popular. Estos juicios nos necesitan unidos y más fuertes que nunca para garantizar el comienzo del fin de la impunidad, con cárcel común perpetua y efectiva a todos los represores imputados de delitos de lesa humanidad. Es el compromiso que hemos asumido "Por la memoria, por la verdad y por la justicia".