Lunes, 15 de septiembre de 2014 | Hoy
OPINIóN › SIETE DíAS EN LA CIUDAD.
El arresto del hijo del coordinador del gabinete municipal por facilitamiento de la prostitución, no debería complicar más allá de estas horas a la gestión. Sólo la renuncia inminente del funcionario permitirá a la intendenta Fein retomar el alegre ritmo de inauguraciones de obras que son posibles por las inversiones nacionales y provinciales sin precedentes en la ciudad.
Por Leo Ricciardino
Pagar semejante costo por un "florero" político, no parece un buen negocio para la administración de Mónica Fein. En efecto, Néstor Trigueros es un radical que tiene el cargo de coordinador de Gabinete Municipal, pero su rol concreto y su gravitación en las decisiones es semejante a que si fuera coordinador del jurado que designa a la Reina de las Colectividades. Es decir, nulo. Cero. Entonces, por qué sostenerlo aunque sea por este corto tiempo que medió desde la detención de su hijo como facilitador de la prostitución a través de su página web supergatitas.com. Por lealtad política quizás. Trigueros está donde está -aunque con muy pocas chances de seguir- porque es un radical para mostrar. Un cargo rimbombante y poco estorbo para los que en realidad toman en serio las decisiones. Un excusa para un frente político con clara conducción unipartidaria.
Ya se ha dicho hasta el hartazgo que Trigueros es una persona física diferente a su hijo David, facilitador de la prostitución y detenido junto a otras seis personas acusados de formar una red. Pero en la política las reparaciones morales o de simbolismos se pagan con la renuncia. No hay otra manera.
En un caso más delicado como el de la muerte de las dos nenas de Rafaela en la rueda gigante del Parque Independencia, los funcionarios se molestaban cuando desde la prensa se insistía en la renuncia del jefe de inspecciones municipales aún antes de su compromiso judicial por el tema. Es claro que incluso se trataba de un buen funcionario, pero en su área habían ocurrido dos muertes porque alguien no hizo bien su trabajo. El responsable debía irse, como finalmente se fue aunque con un traslado disfrazado de suspensión temporal.
También se recuerda siempre el caso del director de Tránsito municipal que circulaba con un auto particular que aún no había adaptado su patente vieja al sistema alfanumérico, allá por los '90. Claro que la demora no era grave ni representaba un riesgo para nadie, pero cuando la cuestión tomó estado público el director se tuvo que alejar. Esa es la módica reparación que tiene la política.
El peso del símbolo es a veces incluso mayor al de una investigación judicial. Muchas veces funcionarios investigados se quedan en el cargo para demostrar fortaleza. Y las administraciones varían en su grado de tolerancia: el funcionario se queda hasta que sea procesado o, incluso, se queda hasta que sea condenado. Pero son los símbolos los que tienen un peso mayor en la opinión pública. Como el caso del vicepresidente Amado Boudou, donde es representativamente más grave que haya intentado anotar un automóvil en una dirección inexistente que su participación en el escándalo por la venta de la empresa Ciccone.
Pero el caso Trigueros no debiera molestar ni un minuto más a la intendenta y su administración. Porque en realidad no hay una correspondencia directa con lo que se pone en juego en ese sentido. Es más, en las últimas horas la situación procesal del detenido ha empeorado porque el joven declaró desconociendo en detalle el delito que estaba cometiendo. Ayer las páginas pornográficas y de citas sexuales que se le atribuían, ya no podían ser halladas en Internet.
Momento poco propicio
El escándalo se desató justo cuando la intendenta Fein venía de alegría en alegría por los fondos que tanto la Nación como la provincia siguen destrabando para la gestión municipal. Esta semana, el segundo del ministro Florencio Randazzo llegó a Rosario para adelantar la puesta en marcha del ansiado enlace vial a Retiro. Ya en diciembre la formación estará corriendo por los rieles aunque con pocas frecuencias hasta que se termine la doble traza, allá por marzo de 2015.
Parece que la prédica de la propia intendenta Fein acerca de la imposibilidad de los municipios en general de hacer grandes inversiones de obra sólo con recursos propios, ha sido escuchada. Un claro ejemplo son las cloacas de Rosario. Un fondo compensador nacido cuatro años atrás disponía de unos pocos millones de pesos por año para terminar las zonas que aún no tienen en ese servicio. El cálculo era que de aquí a unos treinta años se podría terminar de cubrir la demanda con ese ritmo de inversión. La decisión que tomó la provincia en la materia fue decisiva y permitirá que la totalidad de la ciudad esté conectada a las cloacas ya para el año que viene.
Desde mediados del año pasado a lo que va de este año, Nación y provincia han superado largamente los mil millones de pesos para el desarrollo de distintos proyectos en Rosario. Es el salto cualitativo en inversiones más importante que ha tenido la ciudad en estos últimos años y le toca a la intendenta que está cumpliendo con su mandato un ciclo de 25 años ininterrumpidos del socialismo en el poder local.
Hace poco regresó al centro de la escena política local el secretario de Gobierno Fernando Asegurado, funcionario al que habían corrido un poco de la agenda pública por ese intrincado e inexplicable sistema de premios y castigos internos que tiene el PS. Pero la necesidad tiene un rol clave en la política y el momento en el que Asegurado estuvo en el banco coincidió con el de mayor exposición pública que tuvo la intendenta. Era ella y ningún otro de sus colaboradores la que debía salir a responder uno por uno los planteos de los concejales de la oposición. Desde la regulación de los cuidacoches, a los estacionamientos subterráneos y la tarifa del transporte urbano de pasajeros, pasando por la normativa para ordenar la noche y también la inseguridad.
Con plata para poner en las calles de los barrios y con funcionarios que le eviten los choques de frente, Fein se ha dedicado a disertar en Washington sobre el modelo de ciudad, a fotografiarse con Randazzo al lado de los trenes y a inaugurar avenidas junto al gobernador Antonio Bonfatti. El cambio de estrategia es notorio y claramente está también orientado a darle mayor volumen político a la mujer que será la de la batalla para que el socialismo y el Frente Progresista sigan en el poder tras la disputa de 2015. Estos son algunos de los elementos más que indican por qué esta administración local no debería estar en estos momentos lidiando con un problema como el que acerca Trigueros.
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