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Viernes 7 de setiembre, "Día del Canillita", sin el diario de cada día, pero con esa maravilla del mundo digital, para el que parecen no existir fronteras, distancias, ni murallas, como la de Berlín (hace 25 años) o las que ﷓llenas de poder, de odio y de miedo﷓ construyen los gobiernos de Estados Unidos e Israel.

Para mí, este mundo nuestro del siglo XXI es un tiempo de contradicciones, de tensiones, de angustias pero también de esperanzas. Voy a dormirme (si puedo) con el sabor amargo de la desaparición y ahora matanza criminal de ese preciado grupo de normalistas -como yo también lo soy, heredero de nuestro Normal Nº 3- de quienes están llegando noticias inconcebibles y escalofriantes.

Pero esto en contraste con las extraordinarias noticias e imágenes que Telesur nos trasmitía desde Venezuela, del arribo de los más de cien preciosos jóvenes palestinos, que por generosidad y patriotismo del gobierno del Presidente Maduro, que les ha ofrecido la posibilidad de capacitarse como médicos integrales, para servir a nuestra generación, después de haber experimentado las torturas del gobierno de Netanyahu que parece no haber leído ni asimilado la voz de su Ley y de los profetas que hoy adquieren una fuerza y una actualidad asombrosa... sobre todo frente a la palabra del Rabí Jesús de Nazareth que afirma: "No todos los que me dicen: Señor, Señor, entrarán en el Reino de Dios, sino los que hacen la Voluntad de mi Padre Celestial" (Mateo 7: 21). Esta afirmación es la que mejor ilumina episodios como los de Méjico o de Medio Oriente que llevan implícito el sello del odio y de la muerte, a diferencia de otros como el de los jóvenes venezolanos y palestinos que, con sus abrazos y su danza por el amor y la vida, al ritmo de sus banderas distintas pero hermanas, flameantes al ritmo de la esperanza, nos señalan el verdadero destino a que somos convocados los latinoamericanos y caribeños, para construir " ese otro mundo posible" que soñaron Bolívar, Chávez y esta nueva generación que va surgiendo con el fin de sepultar un mundo viejo que se agota en moldes caducos y caudillos y alianzas que ya no tienen futuro."

*Obispo Emérito Metodista.