OPINIóN › SIETE DíAS EN LA CIUDAD.
Mientras el gobierno provincial multiplica agentes en las calles para tapar el hueco que dejó la salida de Gendarmería, los opositores elegirán lastimar por el déficit en políticas públicas de seguridad. A casi treinta días del cierre de listas, siguen las ofertas de candidaturas a periodistas conocidos y aún hay dos o tres sorpresas de cara a los comicios provinciales.
› Por Leo Ricciardino
El gobierno provincial está decidido a que no se note la ausencia de Gendarmería en Santa Fe. Por eso, a los efectivos de la Policía de Acción Táctica sumará en poco tiempo más otros 1.200 agentes de la Policía Comunitaria. La urgencia volvió a fojas cero casi todo lo que se había postulado en materia de formación de cadetes para una nueva fuerza. Los nuevos agentes regresaron al antiguo esquema de seis meses de formación, un par de cargadores disparados contra un blanco inmóvil y a la calle. Como dijo esta semana el diputado provincial Eduardo Toniolli, esta situación "pone en riesgo no sólo a los ciudadanos sino también a los propios e inexpertos agentes".
La comparación con los 12 mil nuevos policías bonaerenses con los que Daniel Scioli inundó la Costa Atlántica no amortigua el impacto de una situación delicada, sólo amplifica el problema específico que enfrentan las distintas administraciones. El gobierno provincial se dio por vencido en gran parte de su objetivo por transformar a la policía de raíz. Los cambios de planes de estudio, la capacitación más prolongada y la profesionalización de los policías fueron devorados por la espiral delictual que nunca se detuvo en estos últimos años. Como un equipo al que se le piden resultados, la administración socialista entiende que ya no tiene tiempo para un proceso prolongado como lo había pensado: debe salir a la cancha a tratar de ganar un partido en un año crucial para su futuro al frente de la Casa Gris y de la ciudad de Rosario.
Pero no hay que confundirse. Que las encuestas muestren a la inseguridad como principal preocupación del electorado, no alcanza para que muchos se froten las manos y deduzcan que la mayoría de los santafesinos está pensando en un cambio. Es el flanco más débil que muestra el gobierno y la principal preocupación de la gente, pero el resto de los candidatos no logra recortarse en una materia sensible donde las promesas no encuentran un terreno muy firme como para hacer pie. En general, al corto plazo, las políticas de seguridad pública no suelen mostrar resultados inmediatos. Pero lo de esta provincia y particularmente lo de Rosario es tan crítico que debería notarse una mejora en el corto plazo, tal como pasó con la presencia de las fuerzas federales.
Por ahora todo sigue igual y el 2015 no empezó para nada bien: Son once los homicidios en el departamento en poco más de diez días de comenzado el año.
Con todo, en ese corto lapso, la administración de Antonio Bonfatti pudo sacudirse de encima el paso de comedia que derivó, sobre fines de 2014 y principios de 2015, en la salida de un jefe policial imputado por un camión con una tonelada y media de marihuana y su reemplazo por un comisario nazi. Los dos salieron eyectados de su puesto y asumió un tercer jefe para Unidad Regional I.
También se tomó la precaución de "guardarlo" un poco al ministro de Seguridad Raúl Lamberto que ni apareció en la polémica desatada por la ruidosa salida de Gendarmería de la ciudad con las duras críticas de Sergio Berni a Hermes Binner y la tensión entre la intendenta Mónica Fein y el senador nacional Rubén Giustiniani, a quien por lo bajo sus antiguos compañeros le desean todos los males de este mundo. Pero al que no lograron acallar fue al ex gendarme Gerardo Chaumont que es menos hábil con la palabra de lo que lo es con el mando. Aunque esto no está debidamente probado, al menos en Santa Fe. Lo único que hizo en los últimos tiempos fue defender en su puesto al comisario nazi Garro, después echado por los medios por el ministro Galassi.
Tiempos electorales
"Todavía no decidí. Hay tiempo hasta el 13 de febrero". Al menos dos fuentes confiables le dijeron a este periodista que fueron las palabras de la arquitecta María Eugenia Bielsa. La mayor incógnita del proceso electoral que se avecina mantiene en vilo no sólo al peronismo, sino también a los adversarios que saben que posiblemente deban cambiar sus estrategias ante un escenario u otro.
Bielsa tiene serias dudas y hay quienes sostienen que está realmente muy lejos de decidirse a asumir la responsabilidad de una postulación sin contar con las numerosas garantías que pide. Pero, ¿qué favor le haría al peronismo anticipando, por ejemplo, una declinación de su candidatura? Por eso, a esta altura, hay que ver a esta incertidumbre como parte de un plan político que deriva de reales dudas personales que no intentan perjudicar a nadie.
La ex vicegobernadora no tiene los problemas de otros postulantes que necesitan instalarse para que el electorado los sume a la grilla general. La arquitecta es demasiado conocida y sigue siendo la figura política del peronismo más votada en los últimos años. Ese es ni más ni menos, su capital político.
Pero el escaso margen de otros, cuando estamos casi a un mes exacto del cierre de listas para las candidaturas provinciales, derivó en otro proceso que, si bien no es novedoso, llegó ya a un grado extremo: la carrera contrarreloj por conseguir que algún personaje medianamente conocido considere candidatearse para alguna de las categorías en disputa en Santa Fe. Principalmente, los tentados han sido periodistas de la televisión y la radio locales. La mayor parte ya dijo que no y sólo un par están considerandos las ofertas que partieron fundamentalmente del PRO, el Frente Renovador y el peronismo.
Como lo dijo claramente y de manera respetuosa Juan Junco - cronista de espectáculos de Canal 3 y Radio 2- : "Es una clara falla de la política que me llamen". Y no hay otra manera de interpretarlo más allá de la necesidad que tienen los partidos de cara al poco tiempo que tienen para consolidar sus ofertas electorales y la situación que genera la Boleta Unica, que incrementó el poder de decisión de la gente pero que tiene sus distorsiones a la hora de poner en debate realmente cuestiones programáticas de cada una de las fuerzas políticas en disputa.
Los que parecen tener una sobre oferta de candidatos son los dirigentes del PRO en la provincia. Al tal punto que para la categoría de diputados provinciales (que será una de las más peleadas con candidatos de peso) ya piensan en armar dos listas que compitan en la interna abierta. Una, se especula, sería la encabezada por el periodista deportivo Miguel Tessandori mientras que la otra sigue siendo una incógnita.
Como siempre sucede cuando los partidos empiezan a crecer y conseguir cosas importantes, las internas en la fuerza que orienta Mauricio Macri en la provincia están al rojo vivo. Ya no son ningún secreto los constantes encontronazos entre el candidato a gobernador Miguel Del Sel y el diputado provincial Federico Angelini, considerado un valioso operador en la sombras, artífice de éxitos como el de Anita Martínez en Rosario y que tuvo un rol clave en el pase de Jorge Boasso al PRO antes de que fichara con el massismo. Boasso es otro que se tomará todo enero para decidir si se postula como candidato a vice de Del Sel o va como candidato a intendente en una alianza de clara hegemonía macrista.
A poco más de 30 días del cierre de inscripción de candidatos provinciales, el juego permanece abierto.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux