Leyendo atentamente el artículo del amigo filósofo Juan Giani del pasado domingo 13 en Rosario/12, surgen algunas reflexiones que creo necesario hacer públicas. La sucesión de hechos poco claros vinculados a los mecanismos electorales en la República Argentina han disparado el debate sobre la posibilidad (pienso que necesidad) de cambiar los sistemas de votación tanto para las elecciones nacionales como provinciales y municipales, así como también intentar estudiar la chance de unificar los procesos de elección, por que de lo contrario en un año como 2015 el calendario arranca en febrero, con los cierres de lista en Santa Fe, y puede terminar el 22 de noviembre con el balotaje presidencial.

Si bien considero que utilizada de manera liviana la palabra fraude termina minimizando la contundencia de una denuncia, también es cierto que en muchos de los mecanismos electorales de este año ha sobrevolado la duda: en Santa Fe, en el provisorio de la PASO un "descuidado" dijo que se habían cargado el 100% de las urnas cuando en realidad solo habia 92% contado.

Disiento con Giani sobre la imposibilidad de modificar en el mediano plazo el sistema electoral: si bien es perfectible, la boleta única de papel santafesina ha sido un avance en cuanto a transparencia (a pesar de que el socialismo no la quería en 2011 y la voluntad política de Pablo Javkin y Ricardo Spinozzi la hicieron posible), la boleta única electrónica se ha utilizado ya en seis elecciones en Salta y en dos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con resultados satisfactorios, más allá del razonable período de adaptación por parte del elector, la boleta única cordobesa también ha sido un paso adelante, por lo que no creo que la vieja, perimida y vulnerable boleta sábana sea la única forma de poder elegir a nuestros representantes.

Pero mas allá de la forma de votar lo que debemos cambiar es la manera en que el Gobierno debe garantizar la administración del Estado y la justa distribución de los recursos.

* Concejal del bloque Unión PRO Federal de Rosario.