Domingo, 15 de octubre de 2006 | Hoy
OPINIóN › PANORAMA POLITICO
Por Pablo Feldman
La dirigencia del ARI de Santa Fe completó un importante paso hacia la consolidación del Frente Progresista Cívico y Social. En la capital provincial, en conferencia de prensa, dio a conocer su determinación de sumarse a la coalición que lidera Hermes Binner, y además apuntaló la estrategia del candidato a Gobernador en torno a la conformación del binomio. Sin rodeos, el diputado provincial -y uno de los máximos referentes del partido en Santa Fe- sostuvo que el perfil de la Fiscal para delitos de lesa humanidad, Griselda Tessio, "es el mejor que podía ofrecerse a la sociedad". De este modo, la fuerza política cuyos votos -que hubieran sido decisivos- no tributaron a la candidatura socialista hace tres años, estarán presentes ahora "porque ha que construir esta alternativa, que es real, posible y con proyección nacional", dijo Estrada, sin entrar en polémica con Elisa Carrió, pero haciéndose cargo -junto al resto de la dirigencia provincial- del destino de la fuerza.
Sobre mitad de semana salió a la luz una nueva encuesta de "Mautone y asociados", una de las consultoras que trabaja en la región, y en este caso contratada por el socialismo. Los números de Rosario son altamente satisfactorios para los socialistas y preocupantes para el PJ. No ya por la diferencia indescontable, sino porque ningún candidato del Frente para la Victoria "despega" en las preferencias electorales. Pero el sondeo de Mautone, que realiza periódicamente, incluyó esta vez una pregunta de coyuntura: "¿quién debería acompañar a Binner como vice?", a propósito del cónclave radical que nominó a Carlos Fascendini, y del rechazo explícito de Binner a tal postulación.
Para alegría del ARI, mas del 40 % de los consultados sostuvo que lo ideal sería algún dirigente de ese partido, y sólo el 13 % se inclinó por un radical. El resto de los consultados deambuló entre "independiente", "el que elija Binner" y el "no sé".
En cualquier caso, lo que queda claro es que ya sea la intuición o la estrategia del candidato, parecen bien orientadas; la candidatura de Fascendini es el reflejo de la vieja política que el Frente Cívico debe dejar atrás si quiere ganar las elecciones. No por el nombre del candidato, sino por el modo y el momento en que se pretendió imponerlo. La reacción de los jugadores de truco de la UCR a las declaraciones de Binner en torno a las virtudes de la doctora Tessio, fue la demostración cabal del microclima en el que viven los políticos profesionales, más preocupados por "la quintita" que esperanzados en un triunfo siempre esquivo desde la recuperación de la democracia. El retruque de Felipe Michlig primero, y del propio Fascendini después, fue una reacción de autodefensa más que una respuesta política. Michlig cedió ante su colega de bancada únicamente porque lo tienen jaqueado con un pedido de Juicio Político, precisamente en la comisión que preside Fasendini. Se cerró fácil: no se abre el juicio al presidente de la UCR, y Fascendini se "proclama" candidato a vice.
Esta situación, lejos de beneficiar las chances del legislador -que ha ganado reiteradamente su territorio- terminó de diluirlas. Si había alguien que no debía "apretar" al socialismo, era Fascendini a quien se respetaba y consideraba, pero evidentemente la dinámica radical y "el instinto de conservación de la especie" lo llevaron a este camino sin retorno.
Como están las cosas, es más probable que Fascendini termine siendo candidato a Gobernador antes que a vice.
Los socialistas, unidos como casi nunca, rechazan la imposición radical, y el viejo tándem integrado por Juan Carlos Millet-Eduardo Dipollina parece haberse desarmado a la luz de las coincidencias entre los popes socialistas: Hermes Binner y Rubén Giustiniani.
La respuesta de la dirigencia radical también parece monolítica, aunque el silencio de algunos de sus referentes es sugestivo. Desde ya que quienes tienen aspiraciones de secundar a Binner -y son de Santa Fe y mujeres- se han mostrado muy prudentes: tanto Lilia Puig como Alicia Tate no han emitido opinión, ni lo harán, mucho menos para descalificar a Griselda Tessio.
Otros referentes radicales, sobre todo jefes comunales, siguen dialogando personalmente con Binner, más allá de su pertenencia partidaria. No son muchos los que se muestran dispuestos a enajenar la posibilidad de compartir la boleta con el hombre que lidera todas las encuestas por una cuestión -para ellos menor- de nombres propios, en rigor de un sólo nombre: el de el/la vice. Porque de allí para abajo, los acuerdos no variarían sustancialmente.
El socialismo se muestra abierto a integrar las listas respetando el peso propio de cada referente territorial. Para citar un ejemplo: a nadie se le ocurriría objetar al propio Fascendini en Las Colonias, lo mismo que el diseño del futuro gabinete donde se contempla la presencia de radicales, dirigentes del ARI y también de "independientes".
"El problema es nuestro, no se puede tirar todo por la borda por el capricho de un dirigente", dijo a Rosario/12 un empinado dirigente radical del sur provincial, convencido de que la intransigencia de la cúpula de su partido termine llevando a la UCR a un callejón sin salida en el que deba acudir a los comicios con una solitaria lista, fuera del frente. No ya porque no tendría ninguna chance de alzarse con el triunfo, sino por la fuga "por abajo" de dirigentes que en cada territorio terminarían acordando con el Socialismo. "El riesgo que corremos es que Fascendini no se baje y tenga que jugar por la gobernación, pero antes se le van a haber ido los referentes territoriales, nadie juega para perder", dice la fuente, preocupada por el futuro.
Binner se mostró firme con su deseo de que sea "de Santa Fe, y si es mujer mejor...". Más que después inmediatamente después de lanzada la posibilidad de Griselda Tessio. "Es que los radicales no hicieron uso de ninguna de las opciones: ni es de Santa Fe, ni es mujer" dijo a este cronista un dirigente del socialismo. En rigor, para la estrategia del Frente Cívico, reforzada ahora por la declaración del ARI, la autoproclamación de Fascendini no parece incomdarlos: "si la UCR hubiera propuesto a Lilita Puig, por ejemplo, hubiera sido muy difícil para Hermes insistir con otra candidata", dice el dirigente consciente de que la preferida del ex intendente de Rosario es la fiscal santafesina.
Dentro de 20 días se conocerán nuevos números, el Frente para la Victoria también tiene "consultoras" trabajando y un problema mayor que el Frente Progresista, que deber resolver el tema el vice. El peronismo tiene que determinar quién será su candidato y por los sucesos de los últimos días -el round Bielsa-Rossi- todo parece indicar que se marcha hacia una interna. Omar Perotti -el tercer hombre- ya hizo pie en la Casa Rosada, y de estas recientes escaramuzas el que salió más lastimado fue el ex canciller: el mote de "Invitado" que le colgó Rossi como respuesta a los dichos del hermano del DT -"Rossi lloriquea por los rincones porque no le dan los números"- parece que será el "caballito de batalla" de ahora en adelante.
En cualquier caso, y volviendo al Frente Progresista, los problemas del espacio deben resolverlo ellos mismos, porque la gran disputa será en setiembre del año que viene, y para entonces el candidato que sea del Frente para la Vitoria tendrá detrás de sí todo el aparato y la estructura del gobierno. Algo de lo que la oposición carece, y desaprensivamente desafía desperdiciando oportunidades, mirándose el ombligo.
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