La semana de la Bandera y los festejos por los 50 años del Monumento traerán al Presidente Néstor Kirchner a Rosario. Si bien se trata de una fecha patria, con el aditamento de un festejo irrepetible -al menos hasta que la obra de Guido cumpla un siglo- en el Frente Para la Victoria hay quienes esperan un "espaldarazo" a sus candidatos de cara a la elección provincial del 2 de setiembre. Contra esos deseos conspira no sólo el sentido del acto -en un "feriado rosarino" después del nacional de mañana- sino el hecho de que todavía no hay un candidato definido, y sobre todo lo poco práctico que parece abrir otro frente cuando aún no se definió el ballotage de Capital Federal al que Kirchner le dedica mucho tiempo y tribuna, con pocas chances de éxito. De todos modos, al Palco Oficial accederán los kandidatos y las autoridades locales y provinciales, y nadie descarta escenas similares a los corners sobre la hora en los que se busca el milagro y hasta sube a cabecear el arquero. Una incógnita a dilucidar esa mañana será la presencia o no del senador Carlos Reutemann, a quien sus compañeros no han visto en ni en uno sólo de los actos de campaña ni en las intensas recorridas que hace Jorge Obeid inaugurando obras con la sola compañía de su secretario privado, y menos en el "Baviera" de la costanera santafesina que solía frecuentar antes de las trágicas inundaciones.

"Por las características del acto se equivocan los que piensan que el Presidente va a hacer camapaña", dijo a este cronista uno de los pasajeros frecuentes del avión presidencial. "El Presidente quiere mucho a Rosario, siempre recuerda el acto del Día de la Bandera a poco de asumir, la recorrida que hizo con el jeep saludando a la gente y el cariño que recibió del pueblo rosarino", remarca el funcionario y anticipa que "a pesar de ser un día laborable en el resto del país, viajará buena parte del gabinete y Cristina si está de regreso".

En cuanto al discurso del Presidente, se presume que estará en línea con el pronunciado en Mendoza, hace poco menos de un mes, rodeado del radikal Julio Cobos, y con banderas y pancartas de todas las provincias del país.

En aquella ocasión, la movilización desde Santa Fe fue importante, así se lo reconoció el Presidente al Gobernador Jorge Obeid, cuyos militantes lograron colocar un estandarte con los colores provinciales justo frente al palco y en el centro del anfiteatro donde se celebra todos lo años la Fiesta de la Vendimia.

Para esta oportunidad no hay convocatoria ni movilización por parte del gobierno nacional, en todo caso, se verán pasacalles saludando al Presidente, y tal vez algunos otros a los que se les agregue una leyenda de campaña o la firma del candidato. No más que eso, no sólo por decoro -y directivas de la Rosada- sino porque podrían volverse en contra.

"El tema de la Concertación no es un motivo de campaña, es un concepto que el Presidente sostiene desde el primer día de gobierno", dice un ladero presidencial que conoce que más allá del alineamiento formal del Partido Socialista con la eventual candidatura presidencial de Elisa Carrió, su principal dirigente y candidato a Gobernador no participó del "lanzamiento" ni formuló ninguna declaración en el tono en que presagia la fundadora del ARI. Más aún, Hermes Binner mantiene una estrecha relación con legisladores oficialistas, que por razones de discreción -Rossi y Bielsa son sus adversarios- no son públicas.

Como no podría ser de otra manera, la visita presidencial genera expectativas, y el estilo K promete reacciones imprevisibles. Alguna de ellas podría aparecer el 20 de junio, de cara a los comicios provinciales. No parece probable, sobre todo porque no hay un candidato definido. Pero más preocupados aparecen algunos dirigentes por los elogios que el Jefe de Estado podría derramar sobre sus anfitriones, incluidos el Intendente y el Gobernador, que no es candidato.

Falta poco tiempo para las internas, y menos aún para el día de la Bandera. Se espera un marco multitudinario y si bien hará frío, se pronostica una jornada luminosa. No parece buena idea -a tenor de lo que sucedió en Capital Federal- opacar semejante fiesta por una foto al lado de Kirchner.