OPINIóN › PANORAMA POLÍTICO
› Por Pablo Feldman
En una semana se conocerá quiénes serán los candidatos que disputarán la gobernación de Santa Fe, las intendencias y cargos legislativos. Será además el debut del nuevo sistema electoral que reemplaza a la promiscua Ley de Lemas, cuyo paso a la historia siguen lamentando principalmente "las viudas" de Carlos Reutemann para quienes la calidad institucional es un elemento innecesario, inclusive desgraciado si es que no permite obtener réditos políticos. Pero afortunadamente se trata de una etapa superada en Santa Fe, ya que salvo el ex-piloto de Fórmula Uno, nadie -y basta repasar las discursos de los candidatos de la anterior elección- quería mantener el anacrónico sistema electoral. De todos modos le llevó un año a Jorge Obeid cumplir con su promesa de derogarla, y al día hoy el reutemismo residual se lo sigue reprochando. Sabe el gobernador que ese tono puede subir si el 10 de diciembre le pone la banda a su sucesor y no se trata de un justicialista. Pero una vez más, será el microclima reutemista el que se lo facture y del otro lado la inmensa mayoría de los santafesinos se lo reconocerá.
El carácter de "simultáneas, abiertas y obligatorias" le dan a esta elección un rango superior a cualquier otro mode de selección de candidatos.
La tradicional puja de estructuras y aparatos -las viejas internas- abre paso ahora a una instancia superior, en la que la ciudadanía puede decidir antes de elegir. El tamiz permitirá determinar quiénes son los más fieles representantes de las diferentes fuerzas, para que en la elección general la oferta electoral sea clara y concreta.
Es por eso que se le presta tanta atención al resultado, no sólo por la definición de las listas, sino por el precedente para setiembre. Si el número de participantes de la interna abierta del Frente Cívico (formula Binner-Tessio) supera a los del Frente Para la Victoria, al que resulte de ellos (Rossi o Bielsa) le va a resultar muy difícil revertir esa tendencia. Difícilmente el que vota en una interna abierta por un candidato, cambie su voto en la elección general. Más todavía, si se contempla un fenómeno que ya fue analizado en esta misma columna y es el de la fidelidad del voto. Problema que afecta exclusivamente al FPV, ya que en las encuestas los socialistas no consideran -por irrelevantes- los votos que pudieran sacar Tate-Millet. Para decirlo más claro, Binner gana solo o pierde solo, en el caso de Rossi y Bielsa, se necesitan el uno al otro después del domingo que viene.
Si bien en el FPV la elección de la próxima semana es decisiva para saber quién será el que enfrente a Hermes Binner, las encuestas que se manejan son contundentes entorno al resultado entre partidos. Ninguna le da menos de 15 puntos de ventaja al candidato socialista.
Según sus propios encuestadores, el Frente Cívico estaría a más de 20 puntos por encima de sus oponentes, con 8 puntos de indecisos, que podría estirar la diferencia. La que tenía el presidente Néstor Kirchner sobre su escritorio antes de viajar a Rosario el miércoles pasado, le daba 15 puntos arriba al candidato socialista pero con 14% de indecisos.
En el caso del FPV, según a quien se consulte, gana Bielsa por 5 puntos o Rossi por menos diferencia. Al parecer los números de Villa Gobernador Gálvez y de Rafaela son claramente favorables a Bielsa, fundamentalmente por las presencias de Pedro González y Omar Perotti para las respectivas intendencias.
El resultado del domingo tendrá diferentes significados según el candidato. Para Binner será un buen ensayo, sobre todo para saber en qué departamentos de la provincia deberá intensificar su campaña.
Para Bielsa es una suerte de "todo o nada", que se repetirá en setiembre en el caso de sortear esta instancia. El diputado por Capital Federal será gobernador de Santa Fe a partir de diciembre o "visitante ilustre" de allí en más ya que nadie -y menos él mismo- se atreve a sostener que se quedará a vivir en Santa Fe.
Para Rossi, en cambio, un triunfo el domingo no sólo le permitiría aspirar a ser gobernador de inmediato, sino que lo transformaría en "el" referente peronista de Santa Fe, desplazando a Carlos Reutemann -que en rigor desertó- y a Jorge Obeid que ya ha dicho que ha cumplido su ciclo. Aún perdiendo el domingo, Rossi tiene más chances que su adversario interno, luego de una eventual derrota del PJ en setiembre. Sólo que en ese caso, las figuras de Perotti y otros jefes comunales que parece que retendrán sus municipios, le disputarían el liderazgo territorial.
Nada de esto interesa demasiado en la Casa Rosada, y eso quedó evidenciado en los gestos salomónicos del Presidente Kirchner en su reciente visita a Rosario.
"Pero en Julio las cosas pueden cambiar" dicen en el FPV, hay quienes hablan de al menos tres actos a los que asistirá K, Cirstina y hasta el Lole. Pero falta tanto, y tan poco que lo más prudente es esperar.
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