Esta semana fue, podría decirse, la "semana de las carnes" para Santa Fe. Es que el tema ganadero y fundamentalmente el de la comercialización, estuvieron en medio de la agenda política. Primero, con reuniones de industriales frigoríficos en Buenos Aires y, segundo y vinculado a estos encuentros, en la reunión que mantuvieron la presidenta electa Cristina Kirchner y el gobernador electo de Santa Fe Hermes Binner. En este encuentro se llegó al compromiso del Ejecutivo nacional para acordar políticas conjuntas en la materia con la provincia y, extendiendo esos acuerdos a la lechería. El acuerdo de un incremento del 10% para antes de fin de año en la carnes ya está prácticamente acordado como así también se está pensando en alguna modificación en los cortes para la comercialización.

Esta semana, representantes de la industria frigorífica argentina, encabezados por el titular de la Cámara de Industrias Frigoríficas de Santa Fe y que también preside la Federación Nacional; Jorge Torelli, se entrevistaron con el secretario de Agricultura y Ganadería de la Nación Javier de Urquiza, quien seguiría en su cargo a partir del 10 de diciembre.

En ese encuentro "se evaluó la evolución del acuerdo de precios y la baja en el nivel de conflictividad social respecto del tema de la carne", dijo Torelli y agregó que "a principios de año el tema era una preocupación muy fuerte, se generó un debate mediático por los precios que parecía no iba a terminar. Pero finalmente se llegó a un acuerdo y terminó siendo el sector que menos representó en los aumentos que hubo en la canasta familiar", explicó el funcionario. Dentro de esa evaluación, la carne fue reemplazada en los titulares, primero por la papa y el zapallo, después por los tomates y más tarde, por los zapallitos.

Respecto del planteo que estos días hicieron los carniceros en relación a su imposibilidad de absorber un aumento del 10 por ciento como el que acordará la industria con el gobierno, Torelli señaló que "es comprensible que no lo puedan absorber pero de todas maneras es un incremento que tarde o temprano iba a llegar al mostrador", y señaló respecto de la comercialización que "este es un tema en el que también tenemos que ir hacia alguna modificación. No digo a la venta de carne empaquetada porque está demostrado que esa no es la costumbre del consumidor argentino; pero sí ir progresivamente hacia una modificación en los corte por cuartos. Para que haya un aprovechamiento mejor de los distintos tipos de carne que se descarga en las carnicerías".

Torelli se refiere a este proyecto de modificación de los cortes tradicionales por los que a veces va la misma cantidad de lomo a las carnicerías de barrio que a las del centro, cuando los consumos de estos cortes son distintos en los distintos sectores. Por lo que muchas veces, ese lomo -dicen los especialistas- termina siendo vendido como picada especial, desaprovechando el corte y el margen de ganancia.