Sábado, 17 de agosto de 2013 | Hoy
UNIVERSIDAD › ESTUDIAN LA DESVALORIZACIóN PERSONAL DE LOS JóVENES QUE NO CONSIGUEN TRABAJO
Un equipo de la UNR dirigido por María Flaviana Ponce y Carlos Bonantini estudia el papel del trabajo como eje articulador de la sociedad y la incierta situación de los jóvenes que no logran una inserción objetiva en el mercado laboral.
Por Silvana Distefano*
La desvalorización personal de los jóvenes frente a la imposibilidad de insertarse en el mercado laboral es el eje de análisis de un proyecto realizado por investigadores de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Las consecuencias de no poder insertarse laboralmente potencia a los investigadores a trabajar en la problemática. "Como psicólogos nos preocupa este fenómeno porque produce desvalorización del sujeto, depresión en momentos mas agudos, el que no tiene trabajo se presenta como un desempleado. Y es ahí cuando se ubica al sujeto en la situación de no tener un lugar, un espacio, y termina corroyendo su personalidad, su carácter, termina sintiéndose víctima de una situación", aseguró María Flaviana Ponce, codirectora del proyecto. Según la investigadora, "esto es estigmatizante en la sociedad, como una situación de marginalidad. Provoca angustia, inhibición para tomar de nuevo los carriles de la vida". Por tal motivo, Ponce consideró que "hay que replantear estrategias para la articulación y una educación pensada en las posibilidades de inserción".
Las nuevas modalidades laborales de los jóvenes y sus efectos subjetivos, su inserción laboral y los posibles efectos psicopatológicos producto de las exigencias laborales actuales son la base sobre la que trabaja un grupo de investigadores de la Facultad de Psicología de la UNR. "Nos interesa la problemática de la juventud y la inserción laboral de los jóvenes. Las posibilidades de inserción en el trabajo no son iguales para todos, muchos quedan fuera o con pocas posibilidades de inserción y esto genera efectos subjetivos y en la salud mental", contó Ponce, quien dirige el proyecto junto a Carlos Bonantini y un grupo de psicólogos.
El equipo estudia el papel del trabajo como eje articulador de la sociedad y la incierta situación de los jóvenes que no logran una inserción objetiva en el mercado laboral. "Nos preocupa como investigadores y como profesores especialmente porque estamos trabajando con jóvenes. Ver cómo incide en la psique, en la salud mental, la situación de no encontrar empleo porque muchas veces se vive como desaliento, desvalorización de los jóvenes, buscar y no encontrar y no poder insertarse", explicó la investigadora.
A partir de una metodología cualitativa, utilizando técnicas participativas, entrevistas, indagación documental, el equipo entrevistó a jóvenes entre 18 y 30 años, que recién egresan de escuelas públicas secundarias, estudiantes de universidades y profesorados y jóvenes que no lograron insertarse en lugares laborales y a su vez mantienen los estudios. Los investigadores analizaron los efectos subjetivos y las representaciones que se ponen en juego en este escenario del capitalismo global que modifica profundamente las formas de producir, de organizar y representar el trabajo.
"En la actualidad sucede el fenómeno de la continuidad en los estudios hasta épocas avanzadas. Antes, en las sociedades capitalistas, había una inserción laboral y un momento en que los estudios finalizaban. Hoy los estudios no se terminan y hay una gran exigencia de capacitación, de estar preparados para lo que vendrá, y el joven no deja de ser nunca estudiante, También es una forma de mantenerse en el sistema", remarcó Ponce. Según la investigadora, "esto actúa simbólicamente en el joven, el estar preparándose para algo, ese futuro ideal y no caer en el desempleo y desencanto".
La importancia del trabajo es uno de los ejes de este proyecto. "El trabajo potencia el desarrollo psicológico de los jóvenes, pues significa independencia y libertad, fortalece identidades, y se convierte en uno de los principales organizadores de la existencia social", afirmó Ponce. Los investigadores remarcan que el problema de la inserción laboral deriva básicamente de la incapacidad del sistema socioeconómico para generar suficiente cantidad de puestos de trabajo. "La realidad de hoy es que no hay trabajos para todos, que la formación es continua, que hay nuevas formas de trabajo", indicó la investigadora. Otra arista analizada en el proyecto es la juventud que, según el trabajo de los investigadores, se ha convertido en uno de los principales focos de interés de los estudios sociales. "La juventud como categoría conceptual se puede tomar desde varias perspectivas, como ciclo vital, como este pasaje de incertidumbre, desde un ámbito familiar, cuando salen de su grupo familiar para formar su propia familia o proyecto familiar. Además asistimos a una época que la juventud no es la etapa previa a la adultez, se define como un estilo de vida, como la eterna juventud, nos costó deslindar este recorte. La adultez antes era un valor en si mismo, hoy mantenerse joven es una búsqueda de todas las edades", apuntó la psicóloga.
Ponce destacó que los resultados obtenidos de las entrevistas y material recolectado permite evidenciar que la importancia que se otorga a la situación laboral varía de acuerdo a las edades. Los más jóvenes son los que más despreocupados aparecen por estar en una etapa de maduración y búsqueda vocacional. Los investigadores también han podido observar la importancia del trabajo y su centralidad, ligados a ser mujer u hombre. La mujer que ha podido incorporarse al mercado laboral superando prescripciones de género, manifiesta una mayor valoración con respecto a la importancia que esto tiene en su vida, siendo mayor cuanto más satisfactoria o prestigiosa es la actividad que realiza.
"Cuando se pregunta acerca de lo que significa el trabajo para sus vidas, la mayoría de las respuestas son muy pragmáticas y tienden a definirlo como actividad que se realiza a cambio de remuneración. Aparece también la idea de trabajo como obligación o carga, especialmente en aquellos jóvenes que deberán incorporarse al mundo laboral, o al menos intentarlo para la satisfacción de necesidades concretas e inmediatas a través del trabajo", identificó la investigadora.
En los jóvenes con mayor formación educacional, la definición tiene un carácter más amplio y ligado no solamente a la satisfacción de necesidades, sino al cumplimiento de un objetivo. "Un ideal del trabajo configurador de identidad laboral, ya no para sobrevivir, sino para lograr un reconocimiento y status social", agregó Ponce. Además, las entrevistan remarcan que en los jóvenes que pertenecen a niveles socio económico mas bajos la mayoría de las respuestas giran en torno a la suerte, a una cuestión de "que se de", de voluntad personal en la búsqueda de conseguir un lugar para ubicarse.
Sin embargo, en ambos sectores, capacitados o no, se nota y preocupa a los psicólogos el hecho que no encontrar trabajo lo hacen pasar por una cuestión de culpabilización personal. "No consiguen trabajo porque no están capacitados, porque no están preparados o porque no han tenido la voluntad o el esfuerzo. Lo toman como una cuestión personal y no como una coyuntura, como una situación de esta época que hace que muchísimos sectores se encuentren sin ingreso al mercado laboral", precisó Ponce.
Finalmente, la investigadora planteó: "Estamos formando jóvenes y queremos pensar cómo articular nuestra formación con los requerimientos sociales que hoy se tienen. Creemos que hay un alimento en esto que a través de subsidios o capacitaciones se puede lograr. Habría que replantear estrategias para la articulación y una educación que no debería ser `para` sino volver a pensar en capacitaciones dirigidas a las posibilidades de inserción".
*Integrante de la Dirección de Comunicación de la Ciencia UNR
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