El edificio de la Facultad de Humanidades y Artes está en estado "deficitario" como otras de las doce que forman la Universidad Nacional de Rosario. La institución que hasta hace poco tiempo condujo el actual rector Darío Maiorana y de la que hoy es decano el profesor Daniel Musitano, no cuenta con suministro de gas, casi no hay agua potable, y la instalación eléctrica a menudo colapsa por el intenso consumo que se registró sobre todo durante el invierno. La reciente designada como directora de la escuela de Antropología, Gloria Rodríguez, señaló con preocupación las numerosas dificultades que enfrenta a diario, tanto que según explicó la facultad debió cerrarse en varias oportunidades este año por falta de luz. La biblioteca de esa escuela que se describe como muy valiosa es atendida por estudiantes que rotan y no cobran por su trabajo.

Rodríguez se refirió al "profundo deterioro" de la UNR en general y de la Facultad de Humanidades y Artes en particular que, según explicó a Rosario/12 "no es nuevo ni desconocido". La falta de suministro de gas provocó grandes inconvenientes durante el crudo invierno que pasó y hubo jornadas, dijo Rodríguez, en que se estuvo en mesas de exámenes durante 12 horas "con mucho frío y el agregado de la falta de luz porque también las instalaciones eléctricas están en un deficiente estado".

Rodríguez asumió la dirección de la Escuela de Antropología el 17 de septiembre pasado pero conoce en detalle la situación de la facultad porque allí ingresó como estudiante en 1977 y como docente en 1985. Además fue consejera docente e integrante de la comisión asesora de la UNR, dos lugares desde los que en repetidas oportunidades se reclamo a quien era decano hasta hace muy poco tiempo, el actual rector Darío Maiorana.

Rodríguez describió que las instalaciones eléctricas están en "pésimo estado" y en más de una oportunidad la facultad debió ser cerrada porque "estábamos trabajando a oscuras. Las lluvias intensas o la conexión de estufas eléctricas hacen que colapsen todas las instalaciones", señaló.

El ejemplo que pone la directora de Antropología es que la reunión de la Asociación de Especialistas en Estudios del Trabajo se realizó casi a oscuras. La falta de agua potable es otro de los problemas que tiene el edificio que reúne las carreras de Letras, Antropología, Ciencias de la Educación, Historia y Bellas Artes. "Sólo hay dos canillas de las que puede obtenerse agua para beber, una está en el pasillo y la otra en el sector de intendencia, de ahí que muchos de los que están muchas horas en la facultad deban salir", apuntó.

Pinturas y cielorrasos en mal estado completan el panorama que plantea Gloria Rodríguez y en especial señala que la Escuela de Antropología tiene un departamento de arqueología que forman parte del museo para el que "justamente estamos reclamando un presupuesto especial porque tiene piezas muy valiosas encontradas en el noroeste y en la región litoral".

La biblioteca de la carrera está considerada como una de las más importantes del país "por el material especializado mientras que está atendida por estudiantes que lo hacen en forma gratuita". Los instrumentos de trabajo que se usan de manera permanente, computadoras, retroproyectores, televisor y videocasetera fueron compradas con recursos propios provenientes de lo obtenido en congresos y otras actividades.

Sobre las cortinas de enrollar también hay quejas: "Están caídas, no pueden levantarse y no dejan entrar la luz natural, además el baño de la escuela está en malas condiciones, de allí que estuviera cerrado durante un tiempo". Gloria Rodríguez planteó que junto a otros directores de las escuelas que funcionan en Humanidades y Artes se quiere participar de las discusiones para establecer las prioridades. La situación que se describe afecta a docentes, no docentes y estudiantes.

El decano Musitano dijo que la situación del edificio es "deficitaria" y que no es su intención ocultarlo. "Humanidades tiene los males estructurales de un edificio que no tuvo los recursos para mantenerlo pero todos hacemos esfuerzos para convivir, y de hecho nunca se deja de dar clases", sostuvo. Sobre el corte del suministro de gas Musitano explicó que allí como en otras facultades de la UNR, Litoral Gas procedió al corte del servicio porque entendió que no estaban dadas las condiciones de seguridad pero "por lo que se nos informa desde Políticas Edilicias antes de fin de año es muy posible que se restituya el servicio".