Los trabajadores municipales le dieron un no rotundo a la propuesta de recomposición salarial que el sábado pasado hizo el intendente Miguel Lifschitz cuando ayer se reunieron alrededor de 170 delegados en plenario en la sede del Sindicato de Trabajadores Municipales. De todos modos y pese a que no aceptaron los términos ofrecidos en cuanto a que se otorgue un 5 por ciento en el mes de febrero y otro 5 por ciento en marzo, el mismo plenario resolvió hacer un compás de espera en cuanto a la continuidad del paro que termina hoy con 72 horas cumplidas esta semana. En la que comienza el lunes 31 no habrá, entonces, medidas de fuerza, un gesto "importante" en las palabras del secretario de Gobierno Horacio Ghirardi que permite abrir el camino para reanudar el diálogo.

Ayer por la mañana 170 delegados que representan al personal de las distintas reparticiones municipales levantó su mano por el no a la propuesta que hizo el municipio en cuanto a pagar el aumento del 10 por ciento desdoblado, el 5 por ciento en febrero y el 5 por ciento en marzo. El análisis de casi todos los presentes fue el mismo: desde agosto se pide este aumento y los porcentajes ofrecidos recién serían cobrados en abril y mayo porque el primer mes va para la caja de jubilaciones.

"No aflojemos que estamos bien, todos están esperando el aumento que nos corresponde", se escuchó en la asamblea, mientras que el secretario adjunto del sindicato, Antonio Ratner, describió que "hay un espíritu muy alto, muy combativo y una decisión total de mejorar el salario. La verdad es que es gratificante estar al frente de un gremio con estas características", dijo.

El secretario de Gobierno dijo ayer a Rosario/12 que se trata de una decisión "positiva" de la asamblea que de alguna manera muestra la decisión de "no seguir endureciendo la protesta y allana el camino para que el diálogo pueda prosperar. Si hubiese un acercamiento o una contrapropuesta podemos ir acercando posiciones, hay una serie de alternativas que se pueden transitar".

Ghirardi también opinó que el anuncio de que no habrá paro en la semana que viene "también es una medida inteligente porque en definitiva hay un pedido de la ciudad y sus vecinos para que el conflicto termine".

La de hoy será la última de tres jornadas de paro cuando las partes expresan su expectativa porque se puedan retomar las conversaciones para llegar a un entendimiento. El Ejecutivo sabe que tantos días sin los agentes municipales es un desgaste porque son una infinidad de trámites los que se atrasan y los trabajadores conocen la inconveniencia de mantener una medida de paro por tiempo indeterminado. Los movimientos que se hacen abren, entonces, la oportunidad para que el encuentro que se produzca entre las partes se aproveche al máximo para encaminar un acuerdo.

El mandato que el plenario de delegados dio a los integrantes de la comisión directiva tiene que ver justamente con tratar que se achiquen los plazos que la Municipalidad propuso. De todos modos ayer Ratner señalaba que no hay "contrapropuesta" de parte del gremio porque el pedido que ellos formularon tiene que ver con "la pérdida del poder adquisitivo de los salarios respecto a la inflación. Tiene que existir este reconocimiento y luego ver, a partir de es actitud cómo se puede pagar el aumento".

El plenario de delegados pasó a un cuarto intermedio hasta el mediodía de hoy, ya que después del anuncio acerca de que la semana entrante no habrá paros las dos partes, Municipalidad y sindicato, esperaban ayer concretar algunos gestos que permita la reunión y el reinicio de las conversaciones. Ratner de todos modos dio un alerta: "Queremos sentarnos a hablar sobre el problema que tenemos y esperamos que haya nuevos elementos, no queremos concurrir a una reunión para conversar sobre el sexo de los ángeles".