El intendente Miguel Lifschitz delegó ayer el mando en el presidente del Concejo, Miguel Zamarini, con motivo de iniciar un período de vacaciones que se extenderá hasta el 4 de febrero. Lifschitz precisó que se trata de "un breve período de descanso tras haber finalizado un año con muchas actividades", para recordar luego que fue un año de intenso trabajo "que empezó con situaciones complicadas para Rosario, tras la pedrada de noviembre de 2006 y las lluvias de marzo y abril que obligaron a un gran esfuerzo para que la ciudad pudiera recuperarse lo más rápido posible" de la consecuencias que dejaron tales fenómenos climáticos.