Un proyecto presentado por un asesor de la Comisión de Ecología del Concejo, tendiente a impedir que los niños se bañen en balnearios rosarinos habilitados sobre el río Paraná por los elevados niveles de contaminación allí existentes, disparó la polémica. "Voy regularmente al río y mis hijos se bañan", respondió César Mackler, secretario de Medio Ambiente provincial, en un claro intento por refutar la afirmación del particular y llevar tranquilidad a los habitúes de la costa local.

El proyecto en cuestión lo presentó Eduardo Rossi, un particular que integra un grupo de asesores ad honórem de la comisión de Ecología del Concejo. Rossi dijo, en base a informes realizados antes de fin de año pasado por la propia Subsecretaría de Medio Ambiente municipal -cuando el titular del área era Mackler-, que los valores de escherichia coli presentes en el agua del Paraná a la altura de La Florida, la Rambla Catalunya y el camping del Sindicato Municipal llega a niveles que en algunos casos sextuplican los permitidos.

"El agua no está en condiciones. Desde la comisión asesora hemos pedido tanto al Concejo como a la Municipalidad que traten este tema como corresponde", dijo Rossi, que denunció que los informes que se usaron para la habilitación de los balnearios "están alterados".

Mackler negó que existiera tal informe. "Desconozco un estudio que diga eso. Los estudios que hacemos son serios y lo tendrían que tomar ciudadanos serios", se enojó el secretario de Medio Ambiente.

El funcionario no dudó en afirmar que hay que "estar totalmente tranquilos", y que no hay valores de referencia sobre escherichia coli porque "depende del propio río. Lo importante es que no hay ningún dato de salud que indique una probable, incluso una mínima, contaminación del río Paraná" por los líquidos pluviocloacales.

Para Mackler, "la gente se puede bañar con tranquilidad tomando las mismas precauciones que en la pileta de un club. Así como no le daría a mi hijo un vaso de agua de la pileta, tampoco lo haría con la de río", enfatizó. El titular de Medio Ambiente provincial dijo a Radio Dos que "en las descargas pluviocloacales se hace una cloración a las aguas. En cada conducto se hace ese proceso con dosificación estudiada por la gente del Centro de Ingeniería Sanitaria. No es un río que tenga cero, pero de ahí a decir que hay contaminación es una barbaridad".

Mackler insistió en que no se hacen estudios específicos para la habilitación de las playas, como dice Rossi, sino que periódicamente se analiza el nivel de cloriformes en el río. "Los estudios epidemiológicos dicen que no hay problemas", agregó.