Desde que Domingo Cavallo los mandó a lavar los platos allá por los '90, nada volvió a ser lo mismo para ellos. Comprendieron que nadie más saldría a las calles ni discutiría por más presupuesto, en representación suya. Así que, dejando por un rato los claustros y laboratorios los científicos argentinos poco a poco tuvieron que ir adaptándose a la realidad de un país demasiado duro para la ciencia. En ese marco, un grupo de jóvenes investigadores y científicos de Rosario, manifestaron su disconformidad por las condiciones en las que trabajan y se lo hicieron saber al ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica de la Nación, Lino Barañao.

Entre los pedidos que llevaron en sus carpetas a la reunión de ayer con el funcionario, los jóvenes investigadores daban prioridad al tratamiento de una ley que los proteja en el Congreso Nacional, la recuperación de los ingresos y la mejora de los espacios de trabajo.

Jóvenes Científicos Precarizados es una agrupación que se formó en el ano 2004 y viene desarrollando una intensa actividad en todo el país reclamando derechos laborales para los becarios de las agencias nacionales de Ciencia y Tecnología.

En ese sentido, el ingeniero Mario Bortolotto, uno de los integrantes de la agrupación en Rosario, adelantó en declaraciones a Radio 2 que en el encuentro con el ministro Barañao lo principal serían las "reivindicaciones históricas como el tratamiento de un proyecto de ley que está demorado en el Congreso Nacional que dará un régimen laboral a los científicos argentinos". La cuestión salarial no estuvo ausente de la charla. Los científicos locales pedieron también "mejoras en los precarios ingresos y las condiciones laborales de los científicos, como demandas de participación de la comunidad científica en las políticas de estado sobre el área". Aclaran que "los ingresos de los becarios doctorales están muy por debajo de la canasta básica, teniendo en cuenta su dedicación exclusiva a la investigación y su formación de postgrado".

En un documento conjunto, desde la agrupación de investigadores explican que "es imperioso un incremento en el monto del ingreso. El gobierno debe dejar de lado ya el desgastado argumento de seguir contrastando las mejoras logradas con la no﷓política científica del menemismo. Hasta el presente, el aumento de los ingreso ha servido para poco más que neutralizar los efectos de la inflación".

En cuanto a las condiciones de seguridad en la que trabajan, los jóvenes investigadores recordaron los recientes hechos en la Universidad de Río Cuarto donde una explosión dejó investigadores muertos y heridos.