El propietario de un supermercado chino de la ciudad de San Lorenzo murió ayer luego de recibir un balazo en la cabeza mientras atendía su negocio. El comerciante oriental falleció cuando iba a ser trasladado al hospital Centenario luego de recibir un balazo de grueso calibre en el cráneo, en un caso que la policía está investigando, y que sospecha estaría vinculada a la mafia china y habría sido por encargo, producto de un ajuste de cuentas.

El hecho se produjo en avenida San Martín y José Ingenieros, alrededor de las 9, cuando una persona ingresó al supermercado Sonrisa y disparó a quemarropa con una pistola calibre 32 contra Gguo Chen Pin, de 44 años, quien falleció minutos más tarde de un balazo en la cabeza cuando iba a ser trasladado al hospital Centenario.

Los disparos habrían sido ejecutados por una pistola de grueso calibre (32 o 38) y el asesinato habría sido por encargo. Según testigos que se encontraban en el lugar, el asesino ingresó al comercio, fue directamente al sector de la caja, donde se encontraba el propietario y efectuó los disparos para luego huir rápidamente junto a otra persona que lo estaba esperando en las inmediaciones del lugar en un automóvil rojo.

El comisario José Luis Juárez, jefe de Investigaciones de San Lorenzo, explicó ayer que "de las primeras diligencias investigativas se desprende un ajuste de cuentas porque no sustrajeron dinero, y las personas que concretaron el hecho lo hicieron a cara descubierta y el auto de apoyo que estaba esperando a la vuelta del lugar fue visto cruzando el peaje hacia Rosario, y los estamos buscando en esta ciudad". El jefe de Investigaciones reconoció que "en el auto había solo dos personas, el killer y el conductor".

El investigador reconoció que algunos comerciantes chinos habían denunciado "amenazas anteriores, intimidaciones telefónicas, extorsiones y amenazas de muerte".

En cuanto a los antecedentes que tendría la víctima, Juárez reconoció que el fallecido estuvo involucrado hace dos años en un hecho policial: el crimen de Gao Sheng Feng. En rigor la víctima estuvo detenida y fue investigada por su vinculación en la muerte de un comerciante de su misma nacionalidad en la zona sur, a quien asesinaron y colocaron en posición fetal en una bolsa plástica. Era Gao Sheng Feng, que el 19 de julio de 2005 ocupó las crónicas policiales rosarinas y desnudó un fenómeno nuevo: las tríadas o mafias chinas. Gao había llegado desde la provincia de Buenos Aires para instalar un súper en la zona oeste. Pero para eso debía pedir autorización y pagar un canon a una banda integrada por sus propios coterráneos. La investigación policial sobre el caso Gao, quien tenía 28 años, indica que el hombre no cumplió con alguna recomendación. Lo encontraron maniatado y muerto de dos disparos en una vía lindera al acceso Sur y Gutiérrez. Ese cuerpo nunca fue reclamado por familiar alguno.