El tratamiento de los expedientes sobre el presupuesto general para este año, el aumento de la Tasa General de Inmuebles (TGI), y la adecuación de varios tributos desfasados -entre ellos el Drei y la tasa de Cementerios- motivaron ayer un encendido debate en el Concejo Municipal, que se prolongó por más de cinco horas. Con el voto cantado de la mayoría socialista, que finalmente terminó aprobando los expedientes por 12 votos contra 9; el recinto de sesiones del Palacio Vasallo se transformó en el escenario ideal para que la oposición -apoyada por los gritos y aplausos de una barra colmada- hiciera escuchar sus encendidas críticas a los mensajes enviados por el Departamento Ejecutivo. Antes de pasar a un cuarto intermedio, cuando ya se habían votado los tres expedientes, el presidente del bloque del Frente para la Victoria, Arturo Gandolla, anticipó que harán una presentación judicial para pedir la nulidad de lo aprobado por el cuerpo en relación a la adecuación de los tributos.

Si bien el llamado que hicieron algunos bloques opositores a los vecinos para expresar sus diferencias con los mensajes enviados por el intendente, no encontraron una respuesta masiva; la barra del recinto estuvo colmada por ciudadanos que a través de varios carteles que expresaban "No al aumento de la TGI" permanecían expectantes a la espera de los discursos de los concejales.

Luego que el presidente de la bancada socialista, Manuel Sciuto, pidiera preferencias para tratar el adelantamiento de los expedientes con despacho de la comisión de Presupuesto y Hacienda, en los cuales estaban los referidos al tratamiento del presupuesto, el aumento de varias tributos, y el revalúo de las propiedades; y a pesar de la negativa de Gandolla, y el de la presidenta del bloque Encuentro por Rosario, María Eugenia Bielsa, quien señaló que se "habían roto los acuerdos establecidos" en la comisión de Labor Parlamentaria, los concejales comenzaron con el encendido debate.

El titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el socialista Aldo Gómez, comenzó a delinear los argumentos para defender el Proyecto de Ordenanza del Presupuesto General de la Administración municipal para el 2008. El edil sostuvo que "el mensaje de presupuesto enviado por el Departamento Ejecutivo propone para el año 2008 una suma de 912.393.894 pesos. El dato refleja un incremento, con relación al presupuesto del año anterior, del orden del 21 por ciento".

Gómez resaltó que del total del presupuesto, "casi el 60 por ciento, responden a los gastos que se denominan de naturaleza social; donde están las secretarías de Salud Pública, Promoción Social, de Cultura y de Servicios Públicos. Con lo cual, es muy importante resaltar la inversión que hace el municipio en esta gestión, y en todas gestiones anteriores, en poner el acento en la inversión de los gastos sociales".

A su turno, el concejal Gandolla señaló que "los datos que hemos visto en este presupuesto nos preocupan. Son claras señales de alerta de que algo no anda bien; son síntomas claros de una enfermedad que viene de lejos y no se puede disimular más. Pero hay tres elementos más, de tinte político, que preocupan mucho más que los datos del presupuesto. Estamos ante la presencia de un Ejecutivo Municipal burocratizado, irresponsable y además, paranoico".

Gandolla dijo que si al intendente Lifschitz le preocupa que "el peronismo sea confrontativo, a nosotros nos preocupa que el socialismo esté perdiendo la capacidad de respuesta ante los problemas de los rosarinos. Notamos una inercia en la gestión de gobierno. Después de 18 años de poder, el socialismo quiere aplicar viejas recetas, y Rosario ya no se gobierna con el piloto automático".

La concejal Bielsa, en un extendido discurso, expresó que "el presupuesto es una herramienta de gobierno, y siempre dije que debían ser aprobados, aún por la oposición, porque es el plan que la sociedad apoyó con su voto. Pero en este caso hay varias reflexiones para hacer. En primer lugar, si el intendente habla de solidaridad, entonces deberíamos pensar de los que menos tienen a los que más tienen. Tenemos una enorme preocupación por el área de la ciudad, pero una enorme despreocupación por como vive la gente fuera de esa zona".

Bielsa se refirió a la falta de obra pública y que no se cumplieron los proyectos aprobados en el presupuesto participativo. "No engañemos hablando de solidaridad, de virtuosidad de la inversión en obra pública y de participación ciudadana como los objetivos del mensaje", se quejó la ex vicegobernadora.

En la misma sintonía, el edil radical Jorge Boasso, dijo que no comparte el mensaje enviado por el intendente porque proviene de un gobierno que, "desde hace tiempo, viene detentando lo que llamo el producto del pensamiento único; se creen poseedores de la verdad absoluta. Este plan de gobierno hace caso omiso a las mismas alocuciones del intendente en el mensaje de hace poco días atrás, cuando promovía el consenso y el acuerdo. Este plan es producto del monocolor, de la soberbia socialista que cree que su pensamiento es el único válido".

A medida que la barra vibaba y aplaudía los discursos opositores, otros concejales tuvieron la posibilidad de expresar sus opiniones. El edil del Partido del Progreso Social, Adolfo Curi, indicó que en el mensaje del presupuesto sólo faltaba agregar un artículo que dijera "hagan lo que quieran". En tanto, la concejal Daniela León se preguntó "¿por qué no cerramos el Concejo", y se lamentó que "esta ordenanza prospere"; mientras que el concejal justicialista, Fernando Rosúa objetó "la falta de información para votar el presupuesto".

El debate por el expediente del presupuesto general se prolongó un poco más, e insumió un tiempo de tres horas y media. A continuación, los ediles debatieron los revalúos, aunque en este caso los argumentos se extendieron por dos horas. Los insultos de la barra obligaron al presidente del cuerpo a solicitar un cuarto intermedio de una hora. A su regreso; los concejales, después de una jornada extenuante, terminaron de tratar los expedientes de las distintas comisiones.