El gobierno municipal reglamentará esta semana la ordenanza que exige la incorporación de un novedoso dispositivo de seguridad al interior de los taxis, aprobada a principios de julio por el Concejo. De acuerdo al texto preliminar al que accedió Rosario/12, antes de fin de año sólo las 800 unidades que circulan durante la noche sobre una flota de 3600 deberán contar con sistema de posicionamiento global (GPS) para ubicar a los coches en comunicación con el municipio y la policía, cámaras que fotografíen al pasajero y micrófonos que puedan transmitir la conversación a bordo. Los restantes 2800 autos tendrán seis meses más para adherir al paquete tecnológico. En la Secretaría de Servicios Públicos estiman que los elementos a incorporar cuestan 3000 pesos por taxi que lo abonarán las cámaras de radiollamado, más un abono mensual cercano a los 100 pesos que pagará el propietario de la chapa. Los datos que capte el sistema de seguridad serán confidenciales, salvo que ocurra un hecho delictivo, tras lo cual se dará intervención a la Justicia. Antes de que actúe la policía, cuando el chofer accione el botón de pánico las autoridades municipales actuarán "como filtro" para impedir que se inicie un operativo por error o bien a raíz de una falsa denuncia. Resta definir las características de la implementación de las barreras de protección física, y sus plazos.

La ordenanza 8295 fue sancionada por el Concejo Municipal el 11 de julio pasado y promulgada por la intendencia diez días después. La iniciativa, consensuada entre la mayoría de las bancadas en una Comisión Ad Hoc, otorgó al Departamento Ejecutivo 60 días para reglamentar la norma, que se cumplen precisamente esta semana. Las autoridades municipales mantuvieron días atrás varios encuentros con los responsables de las empresas de radiotaxis y tienen pensado hacerlo en próximas jornadas con los propietarios de las licencias.

En realidad la norma aprobada por los ediles sólo dejó en manos de la intendencia la especificación de algunos detalles técnicos. Ya en el artículo 1° del texto original se exigía la incorporación de: sistema de localización automática de vehículos con módulos GPS y GPRS, botón de pánico, consola de datos y pantalla de comunicación que posibilite la interacción del conductor con el sistema de despacho y emergencia, micrófono ambiental que permita captar la conversación en el vehículo y cámara fotográfica con capacidad para tomar exposiciones con baja intensidad de luz. En el artículo segundo se estableció además la obligatoriedad de implementar esas medidas a todas las unidades que brindan el servicio nocturno con un plazo máximo de 90 días después de haber sido reglamentada la norma.

"La idea es que las 800 unidades que cumplen con el servicio nocturno tengan el dispositivo funcionando antes de las fiestas de fin de año", precisó el subsecretario de Servicios Públicos, Pablo Seghezzo.

El funcionario reconoció que aún quedan aspectos por definirse "como por ejemplo la situación de los coches que no brindan frecuentemente el servicio nocturno pero lo hacen ocasionalmente. Aunque la prioridad es establecer las condiciones fundamentalmente para las unidades que cuentan con al menos un chofer adicional al propietario".

Seghezzo confirmó además que en los últimos días se acordó que una vez que el botón de pánico sea apretado por el taxista "las centrales que funcionan en la empresa de radiollamada y en la Secretaría de Servicios Públicos actuarán como un primer filtro antes de darle paso a la policía para evitar que se dispongan operativos ante falsas alarmas porque la experiencia demuestra que en algunas oportunidades se acciona el dispositivo por error o por su ubicación al interior de la unidad".