La Sala II de la Cámara de Apelación en lo Penal de Rosario confirmó ayer la condena a 14 años de prisión para Brahian Pizzicatti, encontrado culpable de la muerte del estudiante de Psicología, Germán Owsianski, ocurrida el 13 de octubre de 2003. Los magistrados entendieron que, a pesar de realizar un tratamiento de rehabilitación con "aparente éxito, no hay razones jurídicas para aliviar la pena, como pretendía la defensa".

El fallo de la Cámara recobra trascendencia, ya que en febrero de este año, los integrantes de la Sala III de la Cámara de Apelaciones habían resuelto no aplicarle la pena a Pablo Correa, que tenía 17 años en el 2003 cuando junto a Pizzicatti dieron muerte al estudiante de Psicología para robarle sus zapatillas. Los camaristas de la Sala III consideraron que Correa estaba "rehabilitado y esa consideración "excede el delito cometido".

Cabe recordar que cuando Correa cumplió la mayoría de edad, la fiscal Graciela Argüelles pidió que le apliquen condena por la gravedad del hecho en el que fue partícipe. El entonces titular del juzgado Nº 2, Leandro Artigas, entendió que no correspondía dar curso a la solicitud de la fiscal porque el chico estaba "rehabilitado y resocializado".

Pero ayer, los camaristas Rubén Jukic, Juvencio Mestres y Ramón Ríos confirmaron la condena de 14 años ﷓la Fiscal había solicitado 16﷓ a Pizzicatti; imputado en la comisión del delito de robo seguido de muerte, agravado por el empleo de arma de fuego. Los magistrados tuvieron particularmente en cuenta el hecho de que el acusado era mayor de edad cuando mataron a Owsianski.

El camarista Ríos sostiene que si bien Pizzicatti "revela angustiosamente su profundo arrepentimiento, aceptó entrevistarse con los padres del occiso para llorar con ellos su disculpa (eventualidad descartada por los dolidos familiares), y reconoció la trágica manipulación a la que sirviera de inconsciente instrumento; pero esa conducta, significativa de su progresiva ﷓y estimamos irreversible﷓ rehabilitación, no debe ser empañada por disquisiciones jurídicas, aunque las mismas sirvan al abogado como herramientas para la defensa en juicio".

Según el camarista, "más allá de la exitosa prevención especial (arrepentimiento y re﷓socialización lograda, según informa la interdisciplina), no existe ﷓por mucho que el tribunal ha buscado﷓ una posibilidad jurídica razonable de reducir la pena apelada".

La Cámara sostiene que "reconforta y gratifica el logro de la conversión y readaptación de los menores infractores a la ley penal; pero en el caso, pese a la desproporción irritante entre la absolución de su compañero de causa ﷓que por poco no tenía 18 años﷓, y la sentencia de Pizzicatti, ﷓que apenas los había cumplido y a quien se le aplica la pena de 14﷓, ninguna afectación ilegítima se advierte a tenor de las normas estrictas que rigen el caso".

Al ser consultado por Rosario/12, Marcelo Piercecchi, abogado defensor de Pizzicatti y de Correa, señaló que en su momento plantearon que para la ley Civil, y amparados en la Convención del Niño como tratado internacional, los imputados "tenían menos de 21 años, y por eso sosteníamos que se deberían haber aplicado los mismos beneficios en el tratamiento. Igualmente, todas las medidas posteriores al cumplimiento de la pena, y en todo el tratamiento, la Cámara tuvo un seguimiento respecto de Pizzicatti. En este sentido estamos satisfechos, aunque aspirábamos a algo más".