El presidente del Partido Justicialista rosarino, Luis Daniel Rubeo, cuestionó duramente al intendente Miguel Lifschitz, y dijo que "trata de tapar las deficiencias de su gestión echando un manto de sospecha sobre la oposición". El dirigente justicialista no sólo desmintió que hayan utilizado políticamente la tormenta del lunes, sino que por el contrario, dijo que pusieron a disposición la ayuda del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. "En la mañana del martes vinieron los funcionarios para asistir a Pérez y Rosario", dijo Rubeo.

El jefe del bloque de los diputados provinciales dijo que "si la Municipalidad limpiara las bocas de tormenta, no se habría muerto el barrendero; si mantuviera las zanjas, no se habrían inundado las calles de los barrios; si realizara la poda y escamonda como corresponde, no se habrían caído tantos árboles y ramas". Para el dirigente justicialista, Lifschitz debe señalar con "nombre y apellido" a quienes considera artífices de la agitación social. "No puede señalar en general al PJ, aprovechando que hay un sector de la población que aún mantiene una buena imagen de su gestión. Pero los vecinos en los barrios saben bien por qué surgen los problemas", dijo Rubeo.

El dirigente justicialista consideró "inaceptable que la ciudad haya estado cuatro días sin recolección de residuos, más allá de las primeras 24 horas que fueron producto de la muerte de un trabajador". Y afirmó que el gobierno nacional -por gestión del Partido Justicialista- acercó buena parte de la ayuda social destinada a los barrios periféricos.

"La mayor parte de los piquetes se debió a la enorme necesidad que sufre la gente -dijo Rubeo, y si bien pueden haber aparecido aprovechadores, no podemos aceptar que se eche un manto de sospecha sobre nuestro accionar, que, como siempre, distó mucho de intentar un aprovechamiento político de la situación". El dirigente justicialista indicó que ofrecieron colaboración al gobierno municipal, pero acusó al intendente de criticarlos para tapar las deficiencias de su gestión.