Ocho polizones llegaron el domingo pasado al puerto de Rosario, en el buque Nina P, de bandera panameña. Los viajeros irregulares provienen del Africa, de Liberia y Sierra Leona, y viajaron durante unos 15 días en el "buche" del timón de la embarcación. Venían huyendo de su país por cuestiones que no relataron, pero -según fuentes de Migraciones- pueden ser religiosas, políticas o ideológicas. Según indicó el prefecto Humberto Bartorelli, "se trata de personas mayores de 18 años, de sexo masculino, e indocumentados; pero se encuentran con buen estado de salud". Por su parte, el titular de la delegación local de la Dirección Nacional de Migraciones, Daniel Zárate, sostuvo que los jóvenes "se negaron a brindar datos. Y deberán ser reconducidos a su país de origen, aunque todavía no está definido si lo hacen en el mismo buque que los trasladó hasta aquí o en avión". Hasta ayer a la tarde, los polizones todavía se encontraban en el barco, amarrado en puerto rosarino.

Zárate confirmó que las cifras de ingreso de inmigrantes en estas condiciones vienen en aumento. En 2007 ingresaron a Rosario 40 inmigrantes africanos indocumentados; el año pasado, la cifra ascendió a 70, y en lo que va de 2009, ya son 14, aproximadamente, las personas que arriban en esta condición. Todos fueron deportados, o "reconducidos", como indicó Zárate.

En algunas ocasiones, se trató de niños menores de 18 años, a quienes se les abren otras posibilidades al llegar. Zárate explicó al respecto: "Cuando son mayores de edad, se los reconduce; cuando son niños, en cambio, en función de convenios internacionales, si piden refugio automáticamente le damos paso al Separe, un organismo internacional de Naciones Unidas que les brinda contención". Además, contó que "dos de los menores que ingresaron este año no pidieron refugio, pero el padre Santidrián interpuso la situación de no innovar y de abrirles la posibilidad de quedarse en uno de sus hogares. Están bajo la custodia de una abogada".

El funcionario detalló que el barco llegado el domingo pasado entró a aguas argentinas por La Plata. Migraciones se hizo cargo, y Sanidad constató el estado de salud de los ocho tripulantes irregulares. Al llegar al puerto de Rosario, "el caso pasó a un juzgado de turno". Siguió interviniendo Migraciones, y se incorporó la Prefectura de Rosario. Los jóvenes fueron interrogados sobre su identidad, edades, de dónde vienen y por qué llegaron a este país, pero "se negaron" a brindar esos datos.

La agencia armadora del buque, según indicó Zárate, puede optar entre dos posibilidades. "Al ser rechazado el ingreso de estas ocho personas, por no tener la documentación de habilitación de ingreso al país, se los reconduce a su lugar de origen. Pueden volver en el mismo buque que los trajo o hacerlo vía área, con custodias privadas".

Por otro lado, el prefecto Bartorelli, indicó que los polizones serían reconducidos antes del mediodía de hoy. Sin embargo, Zárate señaló: "No tenemos información de ningún juzgado, pero parecería que el capitán del barco se resiste a reconducirlos"; y agregó que "se estaría esperando la decisión de la agencia a la que pertenece el barco, para que digan si van a ser finalmente reconducidos vía área".