El 27 de enero se cumplirán dos años del asesinato de la trabajadora sexual Sandra Cabrera la causa judicial continúa estancada, el único imputado que alguna vez tuvo - el policía Diego Parvlusik - goza de libertad hace poco más de un año, y sus compañeras tienen las gargantas secas de pedir justicia. En diálogo con Rosario/12, la Secretaria adjunta de AMMAR y mejor amiga de Sandra, Claudia Lucero, junto con su compañera Blanca Ibáñez, aseguraron que lo único que se logró desde la muerte de Sandra - y consecuencia de su militancia - fue que ahora pueden trabajar más tranquilas. Sin embargo, el resto de su lucha parece haber sido en vano: los proyectos que proponen derogar los artículos del Código de Faltas Provincial que penan la prostitución siguen durmiendo en algún cajón de la Legislatura, los hijos de Cabrera no recibieron el subsidio que se les había prometido, y del asesino ni noticias.

Sin embargo, si algo dejó en claro Sandra con su hacer cotidiano es que lo último que hay que hacer es rendirse. Es por eso que sus compañeras están organizando una sentada en el Congreso de la Nación para el próximo 8 de Marzo (Día de la Mujer), y la posible presentación de un libro sobre Cabrera el 27 de enero, cuando se cumplan los dos años de su asesinato.

Con respecto al estancamiento de la causa, Lucero aseguró que "el único que pudo haber hecho algo fue (el juez) Carbone y lo sacaron", según Ibáñez porque "dicen que le daba mucha información a los medios", pero para Lucero lo sacaron para decir "lo sacamos a éste y al otro que venga chau, queda todo ahí".

Ambas coinciden en que el problema está en la corrupción que hay en el sistema judicial. "De la gente tenemos apoyo. De lo que no tenemos apoyo es de la justicia, de los jueces que no investigaron, que no hicieron nada. Fue al principio y después se terminó. A ella la mató la policía, pero los jueces es como que amparan a la policía. No quieren investigar", aseguró Lucero, y aclaró: "la gente nos apoya mucho, entendió mucho: nos miran de otra forma, nos aceptan. Pero lo que no tuvimos fue el apoyo de la justicia. Es como que Sandra pasó a ser una más como Cromañón, como el 20 de diciembre".

En este sentido, explicó que el reclamo fuerte se hará el 8 de marzo en Buenos Aires porque "ya estamos cansadas de reclamar aquí en Rosario que no nos escuchan, no existimos. Estuvimos todo el año en tribunales, todos los martes paradas ahí y no nos dan bola". Pero aclaró con firmeza: "Yo igual sigo, lo voy a seguir peleando, pero me indigna porque parece que se ríen de nosotros. Vamos a los tribunales y el policía que está ahí parado se te ríe en la cara. No importa, nosotros íbamos igual".

La idea de viajar a Buenos Aires en marzo es la de hacer un reclamo fuerte a través de una convocatoria nacional. "Lo que quedamos con Elena (Reinaga, Presidenta de AMMAR) y con las chicas fue de hacer algo el 8 de marzo porque en enero se van todos", explicó Lucero y denunció: "Vamos a ir al Congreso porque acá en la provincia (el gobernador Jorge) Obeid se comprometió con que iba trabajar por la derogación - que tampoco está, los proyectos que se presentaron siguen durmiendo en la Cámara (de Diputados) de Santa Fe - y por esclarecer el hecho. Pero no hizo ni una cosa ni la otra".

En este contexto, las meretrices aseguran que "lo único que se logró fue trabajar más tranquilas y que la organización se conoció más. Pero los artículos están, y a veces hay ciertas alarmas: el otro día las chicas de Zona Sur decían que las habían amenazado con que a partir de enero iban a empezar a levantarlas, después tuvieron el caso de que quisieron venir a sacarles plata, pero las chicas están un poco más vivas y les dijeron que eran de AMMAR y se fueron. Pero está ahí, o sea que no es nada seguro tampoco".

Como si esto fuera poco, el subsidio que el gobierno provincial había prometido para los hijos de Sandra, que viven en San Juan con una tía-abuela que tiene una jubilación de unos $400, jamás llegó a pesar de que presentaron todos los papeles que les habían solicitados para gestionarlo.

Volviendo a la impunidad del crimen, Lucero aseguró: "a mi no me cabe la menor duda de que fue Parvlusik", y con respecto a su liberación declaró que "la Cámara de Apelaciones dice que por falta de pruebas, pero para mi había muchas pruebas: El al principio se presentó diciendo que tenía miedo, que pensaba que lo iban a llamar por el tema este del preservativo, de que él tuvo relaciones con ella. El estuvo a la tarde con ella. Después anduvo investigando por la Terminal con las chicas quién había quedado en la causa. ¿Por qué preguntaba eso? Esto fue mucho antes de que él cayera preso. Después dijo que no la mató pero que él sabía. Todos los movimientos que tuvo... para mi fue él".