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El arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo, advirtió ayer que todavía "faltan lazos de solidaridad" y consideró que al ver "una sociedad herida por el flagelo de la droga y la violencia, uno puede decir que la Pascua no ha llegado por aquí".

El prelado santafesino aseguró que "hoy tenemos problemas de marginalidad, droga, violencia, signos de una muerte que nos ha llegado a la vida" y pidió a las autoridades que "se sientan responsables de todo esto, en orden de recrear lazos de amistad social, que vayan elevando la vida de la comunidad".

Tras recordar que "la Pascua es la fiesta de la vida, de la verdad, del amor y la solidaridad", precisó que "una reconciliación no supone negar la verdad ni la justicia. En la verdad y la justicia aparece la reconciliación. Nos falta el lazo de solidaridad", subrayó el prelado santafesino al anticipar su mensaje pascual a la prensa local.

En relación con el conflicto del campo, Arancedo afirmó que "no está solucionado", y lamentó que los argentinos "nos acostumbremos a vivir con problemas no solucionados".

"Esto ﷓dijo﷓ va quitando proyección a futuro. Esto tiene consecuencias que va deteriorando lazos sociales y soluciones definitivas".

El vicepresidente segundo del Episcopado calificó de "buena en cuanto actitud" la relación de la Iglesia con el gobierno de Cristina Fernández.

"La relación nuestra con el poder político es buena, es de diálogo, de sinceridad y espero que podamos continuar con un diálogo sereno", agregó.

No obstante, Arancedo aclaró que "la Iglesia no es un partido político, tiene libertad para andar" y explicó que "lo que quiere la Iglesia es dar una reflexión y opinar, pero no puede dejar de ser testigo de lo que ve".

"Cuando uno diga una palabra que pueda tocar la realidad, que no se la vea como oportunismo político, porque uno no pretende presentar un candidato a concejal o diputado, simplemente quiere ayudar a todos a reflexionar en los temas que hacen a la vida cotidiana", puntualizó.