El intendente Miguel Lifschitz respondió ayer al convite público que hiciera el gobernador Jorge Obeid para sumar la Municipalidad de Rosraio a la administración de la novel empresa estatal de servicios sanitarios. El rosarino llamó a la Casa Gris y acordó con Jorge Obeid una reunión informativa para conocer el proyecto, la que tendrá lugar en los primeros días de febrero. Pero advirtió "que Rosario no va a poner un solo peso porque es acreedora en obras que ya pagamos en la tarifa durante 10 años y que nunca se hicieron". Ya el intendente de Santa Fe, Martín Balbarrey, había expresado su interés en el proyecto, pero reconociendo la falta de fondos para sumarse al mismo. En este sentido los diputados radicales Hugo Marcucci y Mónica Tomei pidieron ayer que "los dineros que la provincia tiene a plazo fijo sean utilizados para realizar las obras de infraestructura que requieren los servicios de agua y luz en la provincia".

Ayer por la tarde en el programa Ciudad desnuda de LT 8, Lifschitz reconoció el contacto telefónico con el mandatario provincial. "Lo llamé y acordamos una reunión para los primeros días de febrero", señalo el rosarino.

--¿Cuánto dinero le dijo que tiene que reunir para comprar acciones de la nueva empresa estatal?

--Creo que Rosario es acreedora en este tema porque hay una gran deuda de Aguas Provinciales como concesionaria, así como de quienes tenían la responsabilidad de la concesión con los ciudadanos de Rosario, que han pagado sus tarifas en estos diez años en las que estaba incluído el dinero para hacer obras que no están. Así que más que poner dinero, habría que ver quién se hace cargo de retribuir y recompensar a los ciudadanos de las quince localidades.

--¿Qué significa entonces suscribir acciones? ¿Cómo se integra una sociedad de este tipo?

--Me parece que hasta ahora es más una expresión que un planteo concreto. Habría que ver el marco jurídico, pero hay una gran indefinición. Recién hoy, según leo en los diarios, se planteó la autoliquidación de la empresa, hay que ver cómo queda la concesión y a partir de esto cómo queda el marco jurídico y cómo se pretende proseguir desarrollando la empresa. En principio la ciudad no está en condiciones ni correspondería que haga inversiones. Quien ha sido responsable de esta concesión, debe hacerse cargo de las obras que no están.

La de Lifschitz es parte de la reacción de los responsables de los distintos municipios convocados. Hace solo 48 horas el intendente de Santa Fe, Martín Balbarrey, pidió una reunión con el ministro de Obras y Servicios Públicos, Alberto Hammerly, y con el presidente del Enress para interiorizarse sobre el proyecto. "Quiero informarse sobre la idea política que tiene la provincia, la manera en que se va a garantizar la prestación del servicio de agua y cloacas, el nivel de participación que tendrán los municipios que son parte de la concesión", apuntó en declaraciones a medios santafesinos. Sin embargo, adelantó que el municipio no contaba con los recursos para comprar acciones.

Por su parte, dos legisladores radicales manifestaron su preocupación por el desenlace "previsible" que tuvo la concesión del servicio. Los diputados provinciales Mónica Tomei y Hugo Marcucci no dudaron en tildar de "inoperante" al gobierno provincial por la forma en que ha venido manejando el final de la relación con Aguas Provinciales. "Claramente hemos quedado en las peores de las situaciones: el grupo Suez ha cumplido su promesa de retirarse de la concesión, sus accionistas mantienen intactas sus pretensiones plantadas ante el CIADI (las que podrían verse incrementadas a partir de los últimos acontecimientos), la provincia se ha quedado sin un prestador del servicio con probada capacidad y experiencia, con pésima calidad del agua en algunos casos y deficiente prestación del servicio en otros. Todo esto en medio de un verano con temperaturas elevadísimas".

Según los diputados provinciales por el radicalismo, todo conduce a que los santafesinos vamos a volver a padecer una mala prestación de estos servicios, y esta vez con un muy probable aumento de tarifas en estos primeros meses del 2006 tanto en las boletas de agua como en las de luz.