Vie 22.05.2009
rosario

CIUDAD › "ROSARIAZO: REVUELTAS SOCIALES DE 1969" SE EXHIBE EN EL MUSEO DE LA CIUDAD

Imágenes de aquellos protagonistas

Fotografías de Carlos Saldi para la revista Boom, tomadas en el ojo de las revueltas populares de mayo y septiembre del 69, dibujos de Roberto Fontanarrosa para el mismo medio y curiosidades forman la exposición que estará abierta hasta septiembre.

› Por Beatriz Vignoli

Ayer se conmemoraron 40 años del primer Rosariazo, multitudinaria protesta en la que diversos sectores populares tomaron las calles del centro de Rosario contra la intolerablemente opresiva dictadura del general Juan Carlos Onganía. Era 1969 y los medios oficialistas estaban literalmente en la Luna, tan obnubilados por la carrera espacial como por las utopías desarrollistas y los ideales moralistas de un régimen que le pasaba al pueblo por encima con un tanque. Un titular de la primera plana del diario Crónica lo había resumido todo en una sola línea: Cayó Illia. La revista Gente salió a documentar las vacaciones de Onganía y su numerosa familia, "ejemplo" de estilo de vida occidental y cristiana. Firma la nota un tal Samuel Gelblung (hoy más conocido como Chiche). Vietnam y los hippies existían, pero en otra galaxia. Y un día, la ciudad estalló.

Carlos Saldi, fotógrafo de la revista Boom, estuvo en el momento y lugar adecuados y logró unas imágenes en blanco y negro que aún hoy conmueven por su carga épica. Otro miembro del staff, el Negro Fontanarrosa, dibujó a las masas insurrectas en las tapas de Boom, con trazo nervioso y colores como de fuego. Fuego que prendería en los trenes, trolebuses y calles en septiembre, en el llamado segundo Rosariazo. Entre uno y otro, sucedieron el Cordobazo y la Apolo 11. Las fotos de Saldi ofrecen al ojo de hoy detalles nostálgicos: un cielo de luces de neón, casas bajas. La exposición toma partido por los rebeldes. No se pregunta si éstos acaso no inauguraron un modo algo drástico de hacer política. Titulada Rosariazo: revueltas sociales de 1969, la muestra se acompaña de un catálogo con una prolija cronología de los hechos. Alberga curiosidades como las mencionadas o una tromba lanzapanfletos (un arma obrera: una escopeta de caño recortado adaptada para disparar al aire volantes políticos) o una primera plana del diario que dirigía Nora Lagos, defensora del peronismo proscripto. Realzada por un montaje excelente de Luciano Ominetti y equipo, puede verse hasta fines de septiembre en el Museo de la Ciudad (Oroño 2300; ir temprano, cierra a las 18). Anteayer, la cronista de Rosario/12 dialogó con los dos curadores de la exposición: el arquitecto Raúl D'Amelio, director del Museo de la Ciudad, y (no acreditado como curador en el catálogo) el historiador, investigador y curador Pablo Montini.

"El proyecto salió a partir de contactos con el Centro Cultural Parque de España/AECID a través de [una iniciativa de] su director, Martín Prieto", cuenta D'Amelio. "Empezamos a trabajar sobre la idea y yo sugerí que se involucrara al Museo de la Memoria, al que Carlos Saldi donó sus fotos, que se vieron allí en la muestra Rosariazo. Lo siguiente fue llamar a un curador e historiador, Pablo Montini. Luego salió en los medios la convocatoria al público a participar con material documental que tuvieran. Aparecieron protagonistas: Aníbal Reynaldo [el médico que atendió a Luis Blanco, de 15 años, emboscado y herido de muerte por la policía en la galería Melipal]; Héctor Quagliaro, secretario general de la CGT de los Argentinos con quien se organizó la muestra Tucumán Arde, y, en representación del Ejército Argentino, llamó al intendente y ofreció material el general Hugo Bruera, hermano de la abogada en Derechos Humanos Matilde Bruera. Charly López (realizador del documental Los Rosariazos) aportó mucho material. Las tres instituciones implicadas en el proyecto tienen a su cargo tres actividades diferentes: el Museo de la Ciudad, la exposición estática; el CCPE, un ciclo de películas, y el Museo de la Memoria, charlas y conferencias. Tengo ganas de hacer un recorrido por la muestra con los protagonistas.

-¿Han registrado historia oral a través de entrevistas con ellos?

-De eso se ocupó Charly López en el documental.

-¿Qué aportaron a la muestra estos protagonistas?

Montini: Quagliaro donó todo a la CTA. Aníbal [Reynaldo] trajo una revista de él y su relación con el Rosariazo y con Blanco. Otros trajeron fotos de los incendios de septiembre. Mi tarea fue buscar en archivos públicos, hacer un trabajo de archivo.

D'Amelio: Yo le sugerí a Pablo que escribiera un texto de exhibición. Esto sale del guión de Pablo. Para poder hablar del Rosariazo hay que hablar del contexto: la dictadura de Onganía y el proceso desde la caída de Perón. Todos los procesos están dados por la lucha peronismo/ antiperonismo.

Montini: Narramos brevemente los hechos más importantes de la historia política y social argentina. El anclaje de las imágenes de archivo es lo más local posible: del gobierno de Onganía, por ejemplo, elegimos los actos del 20 de junio en el Monumento a la Bandera o las cenas con que lo recibían en el Jockey Club de Rosario.

D'Amelio: La muestra se divide en cuatro secciones, organizadas en una banda cronológica para ordenar la información. La primera, del 55 al 66, va del derrocamiento de Perón al golpe de Estado de Onganía. La segunda abarca el onganiato y lo que el tipo impone como dictadura.

Montini: Enfrentados al onganiato, decidimos poner la "nueva oposición". La CGT ordinaria era participacionista. Surge la CGT de los Argentinos. Se oponen los estudiantes y se opone la Iglesia de los pobres, tercermundista. Pusimos documentos de la crisis de la renuncia de los 30 sacerdotes obreros ante el obispo Guillermo Bolatti. Una tercera sección repasa brevemente la cultura de los 60: cultura y política, la Biblioteca Vigil, Tucumán Arde y el Ciclo de Arte Experimental.

D'Amelio: La cuarta sección es una sala dedicada al Rosariazo.

-¿Éste fue impulsado por el peronismo revolucionario?

Montini: No. Por peronistas de izquierda, aún no revolucionarios.

D'Amelio: Después de la caída de Perón, un grupo de obreros sindicalistas proponen un sindicalismo sin Perón.

Montini: Un sindicalismo burocrático.

D'Amelio: Los peronistas más puros se nuclean en torno a la figura de Raimundo Ongaro.

Montini: Eran sindicalistas antiburocráticos, antimonopolios, muy combativos.

D'Amelio: Hay dos líneas: Vandor y Ongaro. Ongaro le gana a Vandor en la Asamblea, donde es elegido como Secretario General de la CGT. Vandor desconoce ese triunfo y divide a la CGT: CGT Azopardo versus CGT de los Argentinos. Es la CGT de los Argentinos la que lleva adelante todas estas protestas en contra de Onganía.

Montini: La CGT de los Argentinos lidera la oposición; detrás de ellos iban los estudiantes, la iglesia tercermundista, toda la oposición.

D'Amelio: Volviendo a la muestra, la sala dedicada al Rosariazo narra los dos episodios fuertes de mayo y de septiembre a partir de las imágenes de Carlos Saldi.

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