En una jornada lluviosa y donde por segunda vez la Presidenta Cristina Fernández estuvo ausente, unas seis mil personas soportaron las bajas temperaturas para homenajear a la bandera argentina en su día. Desde el palco oficial hubo un reclamo unánime y contundente: Que el feriado del 20 de junio sea no transferible. "Manuel Belgrano y nuestra bandera merecen ser recordados el mismo 20 de junio. Por lo tanto reclamamos una vez más el derecho de los argentinos de volver a convocarnos ese día en el marco de un feriado nacional", sostuvo Hermes Binner en su discurso. Al respecto el Ministro de Justicia, Aníbal Fernández que llegó como único representante del Gobierno Nacional, dijo que él es uno de los que "bregan para que se reconozca que este es el día para conmemorar a Manuel Belgrano", y aseguró que el propio Kirchner lo va a impulsar en el Congreso. Miguel Lifschitz se sumó al pedido con apelaciones al parlamento y convocó a la presidenta a estar presente el año próximo en el marco del Bicentenario.

La afluencia de público al tradicional acto fue escasa, aunque mejoró en comparación con el año anterior, cuando apenas unas tres mil personas se habían dado cita, convirtiéndose en la jornada menos populosa desde la llegada de la democracia. Este 20 de junio fue distinto. Flameando banderas y tomando mates, desde las 9 de la mañana familias enteras se apostaron detrás de las vallas ubicadas a ambos lados de Avenida Belgrano. "Vengo por los chicos, para que ellos entiendan lo que significa la bandera", dijo Patricia, abrazando sus hijos de 9 y 6 años. A su lado un matrimonio del interior contó que había viajado 80 kilómetros para llegar. "Siempre quisimos venir, hoy no teníamos que trabajar y por eso nos animamos", contaron.

El acto comenzó apenas pasadas las 10 de la mañana. El intendente, el gobernador y el ministro Fernández fueron conducidos al escenario en un vistoso vehículo militar llamado Gaucho que se detuvo varias veces para que pudieran saludar a la gente, provocando en ocasiones la pérdida del equilibrio de los funcionarios. En el palco, donde los ministros provinciales ocupaban las primeras filas, comenzaron los discursos.

El primero en hablar fue el arzobispo José Luis Mollaghan. Haciendo alusión al difícil trance económico que atraviesa el país pidió "que defiendan las fuentes de trabajo, que se afiance la justicia y que haya especial consideración para los niños y los ancianos". Luego sería el turno del intendente Miguel Lifschitz, que sorprendió a todos citando le letra de una conocida canción de Fito Páez: "Rosario siempre estuvo cerca", aseguró.

Así lo entienden los miles de niños y maestras que llegan a lo largo de todo el mes desde los más alejados rincones del país, en la ceremonia de jurar lealtad a la bandera, animados por un sentimiento patriótico". Al finalizar realizó una convocatoria para el año próximo: "A toda la ciudad, a los argentinos, a los representantes de todas las provincias y especialmente a la señora Presidente de la Nación, para que podamos rendir un tributo solidario a la bandera". Y agregó: "También quisiéramos que como un gesto concreto el parlamento apruebe la ley que establezca como feriado el 20 de junio".

En medio de una llovizna que se volvía cada vez más intensa comenzó a hablar Hermes Binner, que resaltó la figura de Manuel Belgrano: "Fue el primer economista. Insistió en un desarrollo equilibrado, que a partir de fomentar la agricultura permitiera el crecimiento de la industria y el comercio", apuntó. Aníbal Fernández reconoció más tarde a Rosario/12 que "no sabía que iba a tener que hablar, así que dije lo que me salía del corazón". En su discurso recordó su infancia como alumno de una escuela pública de Quilmes y "proveniente de una familia trabajadora" que tuvo que hacer sacrificios para que él pudiera venir a Rosario a jurarle lealtad a la bandera. "No hay ningún argentino que hoy no quiera estar presente", aseguró. Luego ante la prensa explicó que la presidenta no había podido llegar porque "hay obligaciones que le impiden estar en todo lugar".

Argumentando sobre la importancia de que el 20 de junio sea feriado Fernández citó de una canción de Litto Nebbia: "Si la historia la escriben los que ganan eso quiere decir que hay otra historia, en esa otra historia Belgrano es uno de los principales hacedores de la Argentina. A mi cuéntenme dentro de esa masa crítica que brega porque el 20 de junio se reconozca como el día para conmemorarlo", dijo.

A las 10.45 cientos de jóvenes le juraron lealtad a la bandera y luego comenzó el tradicional desfile militar. Como todos los años, los ex combatientes fueron ovacionados por el público.

Finalizado el acto, los ex combatientes rosarinos le pidieron al ministro de Justicia Aníbal Fernández que interceda y les consiga una audiencia con la presidenta. "Recibimos una promesa de Kirchner en el 2006 de indemnizarnos por todo lo que sufrimos en la guerra. Somos el único sector que no fue resarcido. Recién comenzamos a recibir una pensión hace dos años", señaló Rubén Rada.

Durante el acto, Hermes Binner, Miguel Lifschitz y Aníbal Fernández se mezclaron entre la gente para llevar la bandera más larga del mundo, generando el caos entre periodistas ansiosos por una declaración oficial. "Alta en el cielo ya tiene casi 20 mil metros", contó Julio Vacaflor, el mentor de la idea. Y aseguró que "este año unos 58 chicos de Jujuy eligieron a Rosario como destino del viaje de estudios para poder traer un fragmento de la bandera que ellos mismos habían hecho".