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Directivos de la Unión Industrial Argentina (UIA) y de la Confederación General del Trabajo (CGT) se reunieron ayer en Rosario y refrendaron la voluntad de avanzar con el diálogo social, en el transcurso de un encuentro que contó con la participación del Arzobispo de Rosario, Monseñor José Luis Mollaghan.

La cita fue en el salón auditorio de la CGT Rosario e incluyó, entre otros, a Guillermo Moretti, vicepresidente de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, secretario de la UIA, Carlos Garrera, presidente de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe); Juan Carlos Schmid, secretario de CGT nacional; Néstor Ferrazza, secretario general de la CGT de Rosario, y Edgardo Arrieta, adjunto de la central fabril local.

Industriales y sindicalistas coincidieron en señalar que "existe la voluntad común de avanzar con el diálogo", y ratificaron la decisión de hacerlo a través del Consejo Económico y Social, sobre el cual se viene trabajando con el Gobierno nacional. "Hay que avanzar con el diálogo, hay que serenar al país. La Argentina tiene una excelente oportunidad a partir de la crisis y el actual escenario no da para seguir confrontando, por eso nuestra gran esperanza en la constitución del Consejo Económico Social", enfatizó De Mendiguren.

En ese marco, planteó que resulta necesario dar gestos que permitan pensar que "lo peor ya pasó. Estas señales no tienen que ser sólo para los inversores, sino también para los consumidores, porque si no hay consumo no habrá inversión, nadie invierte para lo que no se vende".

El secretario de la CGT nacional, Juan Carlos Schmid, destacó "que no debe tratarse de un diálogo para la foto, sino una instancia de conciliación de intereses que genere las condiciones para que el país recupere la senda del crecimiento".

El sindicalista puntualizó señales del gobierno que "muestran la voluntas de ir corrigiendo situaciones", como la convocatoria a Universidades para normalizar la elaboración de estadísticas en el país". Admitió que no "existe el mejor clima de confianza, pero esto no invalida que hagamos el esfuerzo para encontrar coincidencias".

Por su parte, Garrera destacó la importancia de la existencia de una mesa de diálogo multisectorial como la que existe en Rosario, que se ha podido mantener vigente a pesar de las diferencias circunstanciales entre los distintos sectores que la integran.