En el marco de un movimiento para rebautizar al hospital de Niños como Melchor Horacio de Zuasnabar, la abogada Irene Fontanarrosa ideó un proyecto de ordenanza para presentar en el Concejo Municipal. "Es indignante que el Hospital de Niños de Rosario lleve el nombre de Vilela, un político sin acciones de gobierno por haber sido derrocado por Uriburu 'antes que pudiera suspirar', y que no lleve el de su ideólogo, organizador y director de por vida como fue realmente el doctor Zuasnabar", dice la abogada, quien redactó "un borrador para ver si algún concejal recoge el guante". En el marco de la movida que impulsan historiadores de la ciudad para bautizar al centro de salud ubicado en Italia y Virasoro con el nombre de quien lo creó, Fontanarrosa redactó un documento destinado a facilitar el trabajo de los ediles.

El primer artículo de la ordenanza -propuesta para ser aprobada antes del 14 de junio, cuando se cumpla el 80 aniversario de la creación del Hospital establece: "Desígnese con el nombre Doctor M. Horacio de Zuasnabar (1888 1966) al Hospital de Niños de Rosario, por ser su fundador, ideólogo, organizador y director; y en honor a su destacada trayectoria como pionero de la Medicina Pública argentina".

Pero no termina allí el proyecto de ordenanza, donde se detalla que "la designación se hará a través de la re nomenclaturización de todo lo que corresponda, desde el nombre al frente del Hospital hasta el papelerío, internet y todo lo debido para que la ciudadanía por fin y para siempre tenga en claro quién fue el verdadero artífice de esta obra mayúscula".

La abogada redactó la ordenanza desde los considerandos. "Las comisiones (que correspondan) han tomado en consideración el proyecto de Ordenanza de los Concejales (que correspondan), mediante el cual designa con el nombre Doctor Melchor Horacio de Zuasnabar al Hospital de Niños de Rosario, hasta hoy Víctor J. Vilela (consultar Doctor Zuasnabar. Pionero de la Salud Pública Argentina, de Miguel Angel De Marco, Ediciones Homo Sapiens y la prensa en general)", dice el texto que presentó Fontanarrosa.

Entre los considerandos, "expresan los concejales la destacada figura del doctor M. Horacio de Zuasnabar (1888 1966) digno y prestigioso médico pediatra de nuestra ciudad, quien fue además el ideólogo, organizador, fundador y director del Hospital de Niños, cargo que abnegada y eficientemente ocupó desde el 14 de julio de 1930 (fecha de su inauguración) hasta su fallecimiento como Director Emérito del mismo".

La profesional rememora que "el doctor Zuasnabar es elegido por la Municipalidad para que idee, organice y funde el primer Hospital de Niños de la ciudad, que abre sus puertas el 14 de julio de 1930. Es su primer Director, y sucesivas administraciones municipales lo confirman en su puesto hasta que en 1947, después de 17 años ininterrumpidos de fructífera gestión, es removido de sus funciones. Es repuesto en su cargo en 1955 y nuevamente removido en 1957. Finalmente, el 13 de junio de 1962, Zuasnabar es nombrado Director Emérito del Hospital de Niños hasta su muerte, ocurrida en 1966. Es decir, estuvo 33 años vinculado -de una u otra manera al Hospital que, para él, fue el motivo de su vida".

Zuasnabar no sólo creó el hospital, sino también la Asociación pro Hospital de Niños, "primera institución cooperadora de los hospitales municipales rosarinos, muchos años antes de que los descendientes del intendente Vilela disolvieran esta pionera Asociación para crear en su lugar la Fundación del Hospital de Niños".

La autora del proyecto de ordenanza también recordó las palabras de Gloria Lovell, que dirigió posteriormente del Hospital de Niños: "El Hospital que creó Zuasnabar en 1930 fue de total avanzada".

Según indica el proyecto de ordenanza, "Zuasnabar no sólo fue un gran médico y estudioso, de espíritu caballeresco y altruista, sino que fue también un gran administrador y organizador, un pionero de la medicina pública argentina, al plasmar: la descentralización de la atención en dispensarios distribuidos en toda la ciudad; al pagar el transporte para que los chicos carenciados volvieran para continuar sus tratamientos en el Hospital; al mantener los niños escolarizados mientras duraba la internación y aún después, cuando habían regresado a sus hogares pero no podían asistir al colegio, con maestras especiales; al desarrollar planes de alfabetización para las madres, enseñanza de higiene, de economía doméstica, de profilaxis de la sífilis y de la tuberculosis; al implementar la dentistería conservadora y ortodoncia gratuitas: el consultorio de enfermedades de la piel; el Lactarium que suprimió al ama de leche mercenaria; al habilitar en el Hospital de Niños una agencia de la Caja de Ahorro Postal; al crear -entre otros beneficios difíciles de pensar aún en nuestros días un Fondo de Asistencia Social mediante el cual se proporcionaba alojamiento, comida, vestido y calzado a familias en estado de suma pobreza. Este Servicio Social fue el primero implementado en los hospitales rosarinos".

La profesional recordó que "Zuasnabar se encargaba personalmente de cada detalle, asumiendo así como Director todas las responsabilidades médicas y administrativas, ocupándose incluso de gestiones tales como la aceleración de los trabajos de pavimentación de las calles adyacentes, de las conexiones eléctricas y telefónicas y del trazado del recorrido de la línea de ómnibus que unió al nosocomio con el centro y con los otros barrios de la ciudad".

Para Fontanarrosa, "Zuasnabar falleció el 3 de abril de 1966, y aún no se le ha tributado el homenaje y el reconocimiento que su figura merece, ya que la ordenanza 6.749 que impone su nombre al CEMAR nunca fue cumplida, ni en letra ni en espíritu". Y vuelve a retomar las palabras de Lovell: "Hidalguía, pura hidalguía, porque lo más hermoso que tenía Zuasnabar era su carácter. Era un hombre de una rectitud a toda prueba. Muy justo, muy firme en sus decisiones: era un señor. Él tenía un amor bárbaro por el Hospital de Niños y evidentemente no solamente tenía el proyecto de agrandarlo sino de hacer más asistencia social. Rosario no le ha hecho nunca justicia, teniendo en cuenta que fue el primer promotor de la fundación de un hospital de niños en Rosario que, con el tiempo, se ha acrecentado y que es un orgullo para la ciudad".

La argumentación de Fontanarrosa también retoma palabras de Ana María Sarnari de Mercau, quien fuera Jefa del Servicio Social del Ministerio de Educación. "¿Por qué razón no hubo el merecido reconocimiento, o por qué no lo hubo posteriormente para ese monumental trabajo? Socialmente hablando, casi no hay detalle que haya escapado a su visión. Creo que la Sociedad Médica y la Municipalidad pueden hacer mucho para divulgar su ejemplo, para que la ciudadanía actual lo conozca, y para hacerle al fin justicia". Para Fontanarrosa, "imponerle al Hospital de Niños el nombre del doctor Zuasnabar es hacer Justicia".