La CGT Rosario oficializó ayer su fractura, esbozada en el congreso obrero del viernes pasado. Con notorias ausencias y sin el aval explícito de la cúpula nacional, asumió ayer la nueva conducción de la central local que encabeza el camionero Rubén López. "Vamos a hablar poco y hacer mucho. A partir de ahora, no habrá excluidos", prometió el hombre de Moyano en la ciudad, tras lo cual hizo un llamado a la unidad de los gremios. El acto se desarrolló en el histórico local de calle Córdoba al 2000 con la presencia de dirigentes de más de sesenta sindicatos. Néstor Ferraza, titular del Sindicato de Trabajadores Municipales de Rosario, quien hasta la semana pasada fue único secretario general de la CGT, no participó del evento. Desde ese sector reiteraron su "no reconocimiento" a la nueva conducción y prometieron "continuar trabajando para los gremios que nos siguen".

Tras el congreso realizado en Sportivo América del que López resultó secretario electo, sin el apoyo unánime de los gremios, el nuevo dirigente aclaró: "Le quiero decir a la gente que hay una nueva conducción local de la CGT". Sin embargo, Ferraza continúa esperando que Moyano avale formalmente el congreso, la elección de López, y así se defina el futuro de la central, porque para él "hubo muchas irregularidades" en el encuentro del viernes pasado.

Por lo bajo, ayer se escuchó que algunos sindicatos seguidores de Ferraza, tendrían intención de pasar del lado del camionero, aunque del otro sector desconocieron la posibilidad. "Nos reunimos el lunes y no hubo comentarios al respecto", comentó Matías Layús, secretario de Prensa de la CGT de Ferraza, ante la consulta de Rosario/12.

En los últimos días, hubo acercamientos entre ambas conducciones de la CGT rosarina, y según indicó López, vinculados a la entrega del edificio. "Invitamos a todos los compañeros de otros gremios a participar de esta nueva CGT", instó el dirigente. En cuanto a la posibilidad de que la central obrera esté unida, López señaló: "Vamos a trabajar por todos los gremios, porque somos compañeros, aunque haya algunos que estén separados de nosotros". Para él, los trabajadores de Rosario necesitan "apoyo y compañía".

Durante su discurso de asunción sostuvo: "Estamos muy contentos y orgullosos de estar en esta casa que tiene tanta historia en Rosario -dijo, por la sede de calle Córdoba-. Luchamos durante un año y medio para lograr estar hoy en este lugar". También indicó que el punto principal de esta gestión es "trabajar para los trabajadores".

En cuanto a la relación que esperan mantener con el gobierno provincial y las expectativas de gestión, López manifestó que si bien no hubo reuniones aún, "hay proyectos que se estuvieron hablando la semana pasada, por parte de la agrupación "Juan Domingo Perón", y la idea es tener varias reuniones provinciales y nacionales", dijo. "Seremos más combativos y vamos a trabajar de la mano de la CGT nacional, porque somos gente de Moyano", recordó el flamante secretario general.

Por su parte, el nuevo secretario adjunto, Luis Filleaudeau, del Sindicato de Navales, aseguró que "las más de 65 organizaciones que apoyaron este cambio estuvieron convencidas desde el primer momento que la única finalidad de la institución es ponerse al frente de los legítimos reclamos de los trabajadores. Acá no habrá excluidos. Nos encargaremos de tender un puente de amistad y solidaridad con todos los compañeros que nos apoyaron como una nueva manera de pensar. Convocamos a todos los gremios, porque lo que queremos es estar unidos", señaló.

Osvaldo Matana, del sindicato de Tractoristas, aseguró que "será una CGT combativa y participativa, que va a opinar sobre todos los temas que afectan a los trabajadores", expresó. Y en el mismo sentido, aseguró que se pedirán audiencias con todos los funcionarios. "Vamos a ir a hablar con el intendente Miguel Lifschitz; con el gobernador Hermes Binner, con el Concejo Municipal y con la Legislatura provincial. La CGT tiene que ser la voz de los trabajadores", apuntó.

Informe: Lorena Panzerini