Los hermanos Santoro de barrio Parque, acusados de haber asesinado al menos a dos ancianos en los últimos 30 días, volvieron a declarar ayer, esta vez ante el juez de Instrucción, Juan Andrés Donnola, quien investiga el homicidio de Susana García, ocurrido el 27 de mayo pasado, en su casa de Riobamba 3036. El magistrado sólo precisó que "hubo dos indagatorias, y una abstención de declarar". Martín, el mayor de los hermanos, había dado anteayer su versión de los hechos por el crimen de José Savini, de Zavalla, ante la jueza de Instrucción de la 5º nominación, María Luisa Pérez Vara. En los dos casos se declaró inocente. Donnola indicó a Rosario/12 que esta semana la causa será acumulada a la más antigua, radicada en el juzgado de Pérez Vara. Por otro lado, el magistrado desmintió haber declarado que los acusados estaban planeando un nuevo atraco previo a la detención del sábado pasado. "No puedo hacer juicio de valor sobre lo que investigo", aclaró.

Según las pruebas reunidas hasta el momento, Federico, Martín y Cristian Santoro serían imputados en dos asesinatos: el de Susana García de Giménez y el de José Savini, el 13 de mayo pasado, en la localidad de Zavalla. Tras las indagatorias de ayer, Dónnola dijo: "Ahora emprolijaremos datos, veremos las pruebas que se hicieron en estos días que no se incorporaron, y luego se podrá estar enviando todo al otro juzgado".

Sobre los otros cuatro casos que podrían imputarse a los mismos autores, el juez de Instrucción de la 8º nominación, Juan José Pazos, indicó a este diario que hoy tomaría la causa del asesinato de Olga Osello, asesinada el miércoles pasado en Viamonte al 1500, para determinar la relación con los otros crímenes. Al mismo tiempo, la fiscal Viviana Cingolani, encargada de la Oficina Judicial de Causas con Imputados No Individualizados (NN) indicó que está investigando si los imputados están relacionados con otras cuatro muertes (la de Osello incluida) de similar modus operandis y por proximidad con la actividad comercial de los jóvenes.

Se trata de los homicidios que comenzaron en enero de 2009 con el crimen de María Inés Gómez, de 78 años, asesinada en su casa de pasaje Coffin 3066 (a pocos metros de donde fueron detenidos dos de los hermanos); el de Ciro Nasurdi, también de 78 años, quien fue apuñalado el 9 de enero de este año, en la puerta de su casa de Moreno 2135; también el de Concepción Lavore, de 73 años, a quien encontraron muerta con una bolsa en la cabeza, en su casa de Suipacha 2124, el 19 de febrero pasado; y el más reciente, de Olga Osello, asesinada el miércoles pasado en Viamonte al 1500, donde vivía sola, al igual que las demás víctimas. Si se encuentran datos que relacionen todas las causas, serán acumuladas en el juzgado que investigue el asesinato más antiguo.

"No queremos dar pasos en falso, pero estas causas están relacionadas a las que ya se les imputa a los acusados", dijo Cingolani. Sobre la muerte de Nasurdi, indicó que la víctima "tenía intenciones de hacer transacciones comerciales con hortalizas y fue varias veces al mercado; por ende, da la impresión que pudo haberlos conocido ahí" (a los acusados).

Anteayer, el mayor de los hermanos, Martín, de 33 años, negó ante la jueza Pérez Vara, ser el autor del asesinato de Savini. Además, aseguró que había "comprado" los elementos de la víctima que tenía en el momento del allanamiento del sábado. En la vivienda del mayor de los Santoro se encontraron un órgano eléctrico, un acordeón a piano, un equipo de música y un reloj antiguo de bolsillo. Todos estos objetos fueron reconocidos por el hermano de Savini, tras el descubrimiento del sábado.

En ese sentido, Cingolani creyó "conveniente" alertar a la sociedad y relacionó estos casos con otros de años anteriores en los que el factor común es que las víctimas son personas ancianas. "Tuvimos al violador de las ancianas, que fueron muchas; también al estafador de las abuelas; y ahora asesinatos. La gente de edad es en este momento el punto débil de la sociedad rosarina; no pueden estar solos", advirtió.